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Mostrando entradas de enero, 2016

Jan Karski, el comic que golpea las entrañas.

Hoy es el día Internacional del Holocausto. Quizás entre tanta basura mediática, pase desapercibido. Pero si alguien, además de las víctimas, por supuesto,  debiera haber tenido un reconocimiento que nunca tuvo, ese es Jan Karski. De él  se ha hablado  aquí . Su figura y su pasión por la libertad  en medio del Holocausto, han servido a dos jóvenes dibujantes italianos para realizar unos de los mejores trabajos que recuerdo haber visto en los últimos tiempos. Un comic que te pone los pelos como escarpias.  Que te lleva directamente al fondo de pantalla de una película que clama venganza y que espera su ejecución. No solo es la figura de este polaco que se jugó la vida no una, sino varias veces para anunciar al mundo la terrible carnicería en que se convirtió Polonia tras la invasión alemana en 1939, sino la brecha brutal que se clavó en la historia de la humanidad. Lo que significó el Holocausto. Su hedor histórico insoportable. De él se dice en la contraportada de este maravilloso t

El perdedor

Tal vez, la única incógnita que hoy merezca la pena despejar es, saber si este año los membrillos madurarán a tiempo y superarán     el olor de años pasados. Ahora están empezando a coger la prestancia de las frutas doradas y eso es suficiente para pedirle una tregua Al destino. El otro día tropecé con un amigo que, después de contarme todas las operaciones de próstata a las que se   había   sometido, la quiebra económica de su familia y las últimas conquistas sobre las que había podido cabalgar; depositó sobre mí los desperdicios de todos los proyectos que había rumiado para encarar la vida con un poco de dignidad. Al parecer, tiempo atrás había estado consultando a un oráculo persa y éste le había anunciado: ”Quien se juega el dinero y gana, se traga un anzuelo de oro”. Desde entonces, confiado en el destino, decidió apostar fuerte en la vida con la esperanza de llegar a un   paraíso imaginado   de la mano de la fortuna. Decretó   firmemente ir en busca del éxito. A esa especi

TRW

Los currelas de TRW no entienden la lógica carnicera de sus patronos alemanes. No por alemanes sino por capitalistas de última generación.   No les entra en la cabeza que a más ganancia menos reparto. Según su comité de empresa, ésta   ha ganado 101 millones de euros entre 2011 y 2014, es decir,   92.200 euros diarios. Una pasta gansa pero invisible. Me parece normal que no les cuadre. Pero deben saber que el postcapitalismo globalizado no se rige por ninguna   lógica, sino por distorsiones.   Verán, en   los últimos años más de veinte obreros chinos se han suicidado arrojándose por las ventanas de la factoría Foxcom, una   empresa clandestina fabricante de nuestros iPods. No   soportaron los salvajes ritmos de 34 horas diarias y   decidieron acabar con su esclavitud arrojándose al vacío. ¿Qué hizo la empresa para evitar estos suicidios? No mejoró las condiciones laborales sino que   puso unas redes para evitar más saltos liberadores. Entre estos obreros que se suicidan y los ob

Caparrós cronicado

Conocí a este argentino en la  librería Auzolan  de Pamplona. Él  presentaba   su obra. Eso me hizo leer "Comí" y después  "Hambre",  un texto rotundo  que  sabía a comida y a excesos, a medidas y tiempos, a continentes y a hombres y mujeres que saboreaban comida, la median, la pesaban, como una obsesión, que la echaban en falta, que la tiraban, que la tenían o no, que les costaba conseguirla y que la desperdiciaban. Un libro de gastronomía marxista. Cuando  leí "Comí" me sedujo porque yo había pensado cosas similares a lo que él pensaba o había imaginado. Como por ejemplo, ¿Cuántos kilos de comida engullimos al cabo de nuestra vida? ¿Cómo medir semejante volumen?  Y cosas así. "Comí" es   uno de los penúltimos libros, porque desde entonces acumula varios más. Caparrós es un  imprescindible de la literatura  actual. Dicho así suena a loa, pero no se puede decir de otra manera. Dicen de él que es  el el Paul Teroux -escritor de viajes- en cast

Ausencia

Pronto hará dos años de la muerte de  una de mis mejores amigas. Durante su agonía nocturna, en esas horas en que la consciencia te traiciona con su miedos, me metí en ese cuerpo llamado a desaparecer. Me atrajo el precipio de la muerte. Ví que había una caida considerable, un fondo sin fondo que me atraía. Me pregunté qué pasaría en los instantes que iban a mediar entre el reino de los vivos y los muertos. Y no había nada. Solo un miedo convertido en una atractiva resistencia. Y me acordé de una frase de Céline que decía: "Nada es más terrible que lo que no se ha dicho". Porque en ese instante en que se iba, me hubiera gustado paralizar su caida. Para decirle cosas que se quedaron colgadas de la memoria. Hace poco un familiar me anunció una enfermedad letal. Miro hacia dentro y vuelvo a verme ante el precipio de la ausencia. De lo que se anuncia como finalizado. De un viaje hacia una redención sin rescate posible.  Pienso en ello, ahora que su ausencia  cumplirá dos

Poe

El 22 de enero de 1845 Edgar Allan Poe amaneció de buen humor: junto al porche de su casa -una modesta pero coqueta vivienda de dos alturas, de madera de cedro pintada de blanco, chimenea de ladrillo, amplio galpón contiguo y agradable yard delantero- , se encontró con la edición dominical del Evening Mirror que publicaba su poema "El cuervo". Pocas semanas después llegaron elogiosas reseñas y al cabo de los meses la inesperada y amplísima fama. En un visto y no visto, Poe había dejado de ser un oscuro periodista para convertirse en una celebridad, incluso para aquellos que jamás leían un libro y que, sin embargo, leyeron "El cuervo". Las tertulias y los clubes se rifaban a la nueva estrella de la escena literaria de Nueva York y Poe trataba de no defraudar a nadie sin defraudarse a su vez a sí mismo. Una tarde bajó las escalerillas del porche y se encaminó hacia el tranvía que debía llevarlo al encuentro con otros escritores que tendría lugar en casa de Anne Cha

Desenchufe

Siento pertenecer   a ese porcentaje de ciudadanos que no logra entender el procés català. Ni a corto ni a medio plazo. Mucho menos los movimientos que las diferentes fichas han realizado en esa compleja partida de   ajedrez llamada a dar jaque mate al reino de España. Y les puedo asegurar que los medios españoles leales al neoliberalismo político de la España grande y libre   no me conmueven. Pero lo peor está siendo   querer entenderlo por encima de todo, sin filtros, sin objeciones, por encima y por debajo de Mas. Entender discursos, asambleas, votos, contravotos, idas y venidas, negociaciones y retiradas a tiempo. Dar por bueno cualquier paso porque el procés está exculpado de toda equivocación.   A cualquier precio. Entonces es cuando entro en barrena. Porque en otros momentos de la historia las aristas se han mirado con lupa. Un amigo catalán me dice que la mayoría política del pueblo de Catalunya está por la desconexión española no tanto porque identitariamente sient

La otra acera

Sé que hay asesinos que limpian sus crímenes con el papel de   las acciones que invierten en   bolsa, imbéciles que se ganan la vida vendiendo la   exclusiva de su histriónica existencia, estafadores encumbrados en los parlamentos, políticos y moralistas   que buscan compañía en burdeles de lujo, sacerdotes que rezan después de sodomizar a sus confesados, capitanes de empresa que, mientras firman mil despidos, engullen pinchos de tortilla de patata, banqueros de dientes afilados que se alimentan de   hipotecas, diputados tránsfugas que venden su voto por una ración de jamón de Guijuelo, tratantes de ganado que invierten en cuadros de   Miró, intelectuales pesebreros que escriben al dictado,   policías sádicos que saludan   con una sonrisa profidén, fanáticos e inquisidores que se creen poseedores de una verdad carnicera, financieros decrépitos acompañados de bellos asesinos, traficantes de armas de misa y comunión diaria, periodistas sin escrúpulos, profetas que se excitan anun