A estas alturas de la mentira, instalada ésta como moneda de cambio en la ciénaga política, exigir al socialismo sanchista responsabilidad con esos millones de votantes que han apoyado el “cambio”, es pura ilusión pervertida. Lo digo por la más que posible espantada del socialismo ante un gobierno de cambio con Podemos y otras fuerzas de izquierda. Todos sabemos que el socialismo se estranguló con Felipe González hacia una deriva insondable abandonando la idea de cambiar el mundo por gestionarlo mejor. En Navarra, donde se han realizado a lo largo de la historia numerosos experimentos políticos, sabemos que los socialistas han sostenido a una de las derechas más reaccionarias de Europa durante años. Y lo han explicado por activa y por pasiva, han justificado su apoyo con ideas vacías pero dotadas de carga emocional: la necesaria gobernabilidad, la responsabilidad y la incuestionable garantía constitucional del régimen. Pero las izquierdas deben hacer una buena t
El blog de Paco Roda