Ayer 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. Creo que la rememoración histórica de ciertos hechos no tiene sentido si no es como revulsivo práctico y emocional para reconquistar espacios negados a quienes se recuerda, si no es sentido en su plenitud por el imaginario social como elemento de combate dinamizador y si el colectivo evocado permanece ninguneado ante las posibilidades reales de cambio y protagonismo histórico que le corresponden. Creo que esta fecha se ha reconvertido en un icono estético de la reverberación ideológica feminista. Este Día, con mayúsculas, se ha transmutado en una plataforma, apenas evocadora del pasado histórico de las mujeres y en un reclamo publicitario de la folclorización anual de la memoria feminista. Poco más. Porque la factoría ideológica liberal-poscapitalista se ha tragado literalmente su significado y sentido histórico. Lo digo porque los hechos son demoledores. Y conste que reconozco el avance, a veces sangriento,
El blog de Paco Roda