Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2015

Negacionismo

Hay quien dice que a su abuelo   no lo mató por decisión facultativa una banda criminal   llamada Franco y Asociados , sino porque estaba al otro lado de la acera. Aceptar la carnicería de Asociados sería admitir el   holocausto franquista. Pero convenir que su abuelo fue ejecutado porque   estaba en la acera equivocada es reconocer que la   Guerra Civil   fue un enfrentamiento político. Y eso, dicho así,   significa explicar esa matanza por causas partidistas o venganzas personales. Pero aquello fue más grave.   Franco y Asociados aplicaron con racionalidad sistemática   su barbarie. A partir de 1936 se produjo en España una violencia   burocratizada cuyo objetivo fue acabar con una parte de la sociedad. Y eso es lo que Paul Preston, en su libro El Holocausto español , trata de demostrar. Recientemente, Netanyahu, primer ministro israelí, ha dicho que Hitler no quería exterminar a los judíos, que fue el mutfí de Jerusalén Haj Amín al Huseini, el que le convenció en Berlín con

El partisano Cohen

Este hombre lleva escrita una bendición  en su rostro mancillado por la vida. Es Leonard Cohen, un judío que escribe como el demonio pero canta como los ángeles. Aunque ahora, con la edad, solo susurre sonidos que rascan la garganta como un trago largo de bourbon de garrafón. El Partisano sigue siendo una  canción de guerra,  un canto a la esperanza, una pieza de artillería encasquillada en el alma. Escuchas esta canción una y otra vez y llegas a la conclusión que después de una larga intimidad con la duda, sientes una particular fuerza llena de orgullo.

Una calle para José Antonio Iturri

El pasado 1 de octubre se cumplieron diez años de su muerte. Lo conocí hace años en el “poblado” de Santa Lucía. Me llamó para hacer un reportaje sobre la comunidad gitana y las Casas de Múgica . Lo bordó con ese saber hacer de un viejo zorro del periodismo de trinchera. Era capaz de sintetizar en una hoja lo que a mí me había costado tres años. Ya antes, servidor se bebía de   un trago   sus columnas en Navarra Hoy y Diario de Noticias . Rascaban como bourbon de garrafón. Y es que aquellas columnas estaban hechas de cuerpo y alma. Por eso no se caían en   la primera línea. Eran inflamables; sí, pero cuando estallaban sabías que formabas parte del exploto . Así que   leerlas se convirtió en una penitencia redentora.   Porque aquellas columnas explicaban la realidad sin filtros, sin el ropaje de la adulación o el vértigo de la autocensura. Como otros grandes del momento: Vázquez Montaban o Haro Tecglen, gentes que pensaban como demonios y   escribían como los ángeles.    Siempr

La piel de Curcio Malaparte

El último texto de Curcio Malaparte (Prato 1898-Roma 1957)  en castellano es el editado por Tusquets, El Volga nace en Europa , el volumen recoge sus años de corresponsal de guerra en el frente ruso entre 1941 y 1943, además de la novela cierta El sol está ciego . Pero sin duda alguna, Malaparte destaca por dos grandísimas novelas, Kaput y La piel. Sin ellas, la Segunda Guerra Mundial no hubiera sido entendida en toda la locura desmedida que rebosó por frentes de batalla y cielos enrojecidos por la ira y la sangre. Pero para saber de este personaje, fascista y después comunista dotado de una pluma que desgarra por su belleza onírica, hay que leer su biografía, de Maurizio Serra (Tusquets)

Arzobispo

Aquel    hombre se había   ganado su puesto   a pulso. Aunque no era la primera vez que se sentaba   en el consejo de dirección   de aquella   multinacional de la fe.   Entre los ejecutivos de alzacuello de esa empresa con acciones en todo el mundo, gozaba de gran prestigio y respeto. Su curriculun era tan impresionante que ninguno de sus compañeros de fe y oración le hacía sombra. En su día, cuando la juventud aún se le paseaba por el alma,   tuvo su momento de debilidad y   llegó a ser considerado progresista. Pero el tiempo, las influencias   y el poder le han situado donde, tal vez,   siempre quiso estar. Por eso ha vuelto a ser nombrado Secretario General de la Conferencia Episcopal   española.   Este hombre, vestido de impecable gris marengo,   pudo haber inventado a Dios pero no lo hizo porque el mismo Dios le advirtió que eso era un acto de soberbia. El arzobispo siempre se ha movido entre silogismos y dogmas de fe, entre verdades como puños y sentencias inapelables.    Ti

¡¡¡ Es la ficción estúpidos ¡¡¡

Srecko Horvat y Slavok Zizek comparten mesa y mantel en El sur de la palabra (El futuro de una Europa en crisis) Barcelona, Los libros del lince, 2014. De las conversaciones entre ambos surge la idea de un reflotamiento del pensamiento crítico frente a la invisibilidad en que se ha convertido la vida real ofuscada por la inminencia de lo menos visible. Comentan entre ambos que se está produciendo "un gaseado legal y letal de la vida en común", que la dominación perfecta del actual capitalismo es aquella que no es sentida como tal, sino todo lo contrario, aceptada como un acto de libertad individual suprema. A ello añaden otra reflexión, la imposibilidad de distinguir la copia del original. Les dejo este video. Para saber si estamos ante un premeditado intento de dirigir  la confusión o si la realidad es ya pura ficción

Hospital

Pabellón E. Hospital de Navarra 2015 Imagínense en la profundidad de la noche. A esa hora en que las angustias campan a sus anchas,    sin frontera alguna. Solo la que impone el amanecer. A esas horas uno puede cometer el error de   hacerse una visita a sí mismo. Sobre todo si contemplas   en directo que   la vida es un proceso en demolición. Llevo diez días cuidando a mi madre en el Hospital de Navarra. Y eso es como un viaje al fondo de la noche. Una visita despiadada al lado oscuro del dolor, la enfermedad; al pensamiento sombrío, como la  tristeza de una lagrima congelada. Para combatir el miedo de esas noches, recorrí el kilómetro cuadrado del Complejo Hospitalario de Navarra, como le llaman ahora. Y comprobé que por los pasillos de los pabellones D, E, y H,   las certidumbres se desvanecen y   la existencia toca suelo. Por esa geografía de la enfermedad, la vida y la muerte se saludan sin rubor. Varias   veces vi a Caronte   cansado de transitar de un pabellón a otro

Ya era hora

19 julio de 1936, requetés navarros arrían la bandera republicana en el palacio de Diputación Este es un libro que, cuando uno lo abre tiene la sensación de que sus protagonistas siguen ahí, mirándote de frente para compartir contigo la sangre derramada por una historia interminable. Hablan desde un lugar anestesiado de la memoria. Desde el único lugar que uno encuentra consuelo ante la muerte. Cada vez que pliegas una hoja, se puede oír el eco letal de los disparos que acabaron con la vida de muchos de ellos y ellas. Este no es un libro de fácil lectura. Tal vez no sea ese su cometido. Porque los libros sirven para deleitarse con la fantasía o el ingenio de quien los escribe. Pero este no. Porque quien lo ha escrito ya no está para pedir nada . Ni siquiera el olvido que sus verdugos solicitan. Este libro es el retrato amargo, dramático y doloroso de una época siniestra. De un tiempo que exige volver a nombrarlo como dios y la historia lo reclaman. Un tiempo que no se puede o

Enredar

Ganas de enredar. Para remover el estiércol, el lodazal rentable. Para que vuelva a oler, para sacar dividendo, para confundir, marear, enmarañar la vida, de por sí crujida por tanta ciénaga enquistada. UPN le pedía el otro día a la portavoz del Gobierno, Ana Ollo,   más entusiasmo por la detención de la cúpula de ETA.   Se   extrañaba UPN,   que la portavoz no tocara arrebato las campanas de Palacio. Como si esas detenciones, activadas electoralmente,   se la trajeran al pairo. Ollo tenía que haberse encomendado a San Fermín y   brindar con patxarán “la Navarra” por la Guardia Civil.   Pero no. No   se comportó como una navarra de pro.   Los regionalistas se preguntan por qué calla Ollo cuando a la gente normal lo que le preocupa es llegar sano y salvo a fin de mes. Y para revolver más. Otro colega de UPN, el ministro del Interior, un tal Fernández Díaz,    comparó el otro día   la lucha por pillar cacho y foto en el   ayuntamiento de Barcelona, con la guerra de banderas en los