¿QUÉ les puedo ofrecer de nuevo? Me gustaría saberlo, pero no lo sé. Sé que todo, o casi todo está dicho, explicado y sopesado. Que ya no quedan palabras para nombrar tanta maldad, tantas tristezas que esbozan las sonrisas de las momias. Lo sabemos todo, o casi todo. Todo está explicado sin compasión ante el mundo y sus secuaces. Nunca la verdad estuvo tan desnuda. Nunca fue tan perversa su mirada. Y nunca estuvo tan cerca de nosotros, sangrando las venas de las noches como epitafios. Desnudando nuestra conciencia sin piedad. Nunca el olor de las alcantarillas fue tan seductor. Así que nunca pudimos imaginar que llegaríamos hasta aquí, pese a que la memoria nos ha convertido en auténticos rentistas del heroísmo. Y es que la vida se ha convertido en una combinación de química y estupor. La calle está que arde y este tiempo de renuncias obligadas nos eleva a un cielo de crucifixiones. Sabemos que todo está dispuesto para la batalla, pero ésta se retrasa sin compasión. Y eso nos de
El blog de Paco Roda