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Mostrando entradas de septiembre, 2018

Silvia

Quise participar de este homenaje porque muchas cosas me unieron a Silvia. Pero en ocasiones he pensado que hubiera preferido no hacerlo. Como si ante su ausencia padeciera el “ síndrome de Bartleby ” ese síndrome acuñado por el personaje de un cuento memorable de Melville -el oscuro escribiente que jamás hace nada y que, ante cualquier petición, responde “preferiría no hacerlo”. No hacerlo por   ocupar un lugar indebido, por miedo al vacío, o por no estar a la altura. Porque hay palabras que se vuelven insuficientes ante la ultima cita. Porque Silvia fue y sigue siendo exigente hasta más allá de su muerte. Alguien me dijo una vez que los cuerpos cuando mueren pierden 21 gramos y que este es el peso que se le atribuye al alma en fuga. Pues bien, esos 21 gramos son los que más me han vigilado en las últimas horas antes de redactar esto.   Silvia tenía 31 años cuando la conocí. De eso hace ya bastantes años. Y me pareció una de esas mujeres sin edad que a lo largo de su v

Putas privadas para puteros públicos

Matilde Cuevas. Mujeres prostituidas en el Madrid del s. XIX Pareciera que en debate sobre la prostitución  se cumple esa ley machista relacional que trata de demostrar quien la tiene más larga. Tras la aprobación y posterior derogación por parte del gobierno  de la propuesta del sindicato prostitucional OTRAS, se ha incrementado el debate. Y en las redes se cuelgan cientos, miles de reflexiones que tratan de ocupar sitio, espacio; como si de copar el mercado ideológico se tratara. Y una idea-fuerza que gana terreno en este mercado neoliberal del pensamiento es que las mujeres prostituidas deben tener derechos laborales. Como cualquier otro trabajador o trabajadora. Olvida esta tesis que frente al 95% de las mujeres prostituidas por obligación - casi 4.000.000 al año- para gusto y solaz de los hombres puteros, solo hay un 5% que dice ejercer la "profesión" libremente. Se trataría  de potenciar un derecho privado, el  de un 5% de la población prostituida frente al 95%

A pie de obra

Desde su fundación he venido colaborando semanalmente  en Noticias de Navarra  con una columna titulada A pie de Obra . De esto hace ya bastantes años. Muchos quizás. Han sido años en los que me he ganado a pulso amistades y odios profundos. Pero no se escribe para hacer amigos, sino para socializar  las contradicciones que cada mañana te devuelve el espejo en que te miras. Y eso es lo que he intentado. Unas veces con acierto y otras desbarrando que es gerundio. En todo caso he intentando no dejarme corromper por el escepticismo. Desde este mes de septiembre he dejado de colaborar en ese medio. Pero no por ello me retiraré a esa buhardilla a la que a ciertas alturas de la vida uno se escapa. Porque todavía hay vida y realidad para hacernos cargo de ella sin que por ello tengamos que aflojar la corbata para respirar. Y como dijera Faulkner: " el escritor  no deberá tener ningún escrúpulo, y de ser necesario, arrojará todo por la borda" Un placer.

Trilogía de la guerra

Sabías,  más bien poco de este tipo de aspecto monacal y misterioso. Algunas fotos lo proclaman casi del más allá. Sabías, sí, que era gallego y como tal, siguiendo la pista  del triste tópico, podías encontrar en su maleta múltiples utensilios que podían servir para cualquier cosa. Sabías, sí, que no era de tu generación porque tu eras más antiguo que la Nocilla. Y eso te hacía sospechar. Por aquella estúpida regla de no leer a autores más jóvenes que tu. Pero va y descubres esta portada. Y te atrae. Y te intriga. Y te viene a la memoria otro extraño de la literatura, un tal W.S Sebald. Y descubres en esta  montaña rusa a un tipo que combina múltiples elementos en su escritura. Inquietantes muchas, porque pareciera que escarba en las entrañas de los movimientos tectónicos del paisaje y el paisanaje. No en vano dicen que es físico. Y ello le debe proporcionar un plus de realidad. No se si virtual o analógica. Y no te cansas de apuntar en el cuaderno de notas, de conectarte a Google

Cuando los Cascos Históricos se vacían de historia

Hablemos claro. El Casco Viejo de Pamplona-Iruña no necesita ser dinamizado, ni culturizado. El CV de Iruña ha perdido diversificación funcional y humana. Porque se está generando una dinámica deportadora de sus habitantes y vecinos recambiándolos poco a poco por vecinos estacionales y más pudientes. Porque se están arbitrando dinámicas y sinergias que hablan de arte y cultura cuando en realidad se están asentando procesos de consumo y ocio muy especializados. Así se nos vende la culturización del Casco Histórico del cual ha sido expulsada la historia y los procesos urbanos más ligados al territorio y sus gentes. Así se nos está sometiendo a los imperativos del mercado productor de sensaciones y emociones del nuevo poscapitalismo amparado en las nuevas exigencias políticas en materia de legitimidad simbólica. No, este Casco Viejo no necesita culturizarse, necesita recuperar esas formas de sociabilidad que suelen protagonizar los vecinos y vecinas y que desembo