Foto: Naiz E sparza se presentó al debate con unos Dockers de pitillo, camisa Ralph Lauren y en perfecto estado de revista. Parecía el protagonista de Vida y muerte de un pijo de Neguri , con ganas de impresionar. Araiz, sin embargo, parecía un personaje más de la enorme trilogía de Ramiro Pinilla. Vestía camisa de cuadros comprada en la tienda de Ortega y americana clásica de Cortefiel. Su imagen monacal denotaba cierto conservadurismo. Horas antes, ambos habían calentado a la opinión pública. Esparza había dicho que Araiz era un farsante que pretendía hacer de Navarra una sucursal más de los Estados Unidos Vascos, y Araiz que Esparza era la prolongación del brazo corrupto de santa Yolanda. Eso sí, ambos se habían preparado a fondo el debate escarbando en la llaga sangrante del contrario. Más que nada para el espectáculo. Pero los dos sabían que en aquel cara a cara no sacarían un voto de más entre los suyos. Así que cuando empezó de debate, ambos se miraron fijamente a los
El blog de Paco Roda