Concluyó ayer en Madrid, Fitur, el gran festín del hedonismo turístico. Lo hizo batiendo récords y exhibiendo músculo. Tanto, que alguien dijo que: “imaginar el fin del crecimiento turístico infinito es tan difícil como imaginar el fin del capitalismo”. Vamos, que lo de menos era reflexionar sobre el modelo sino buscar la fórmula para seguir haciendo caja. O cuando menos para no morir de éxito. Así que cómo te vas a plantar allí, ante de consejeras, ministros y multinacionales del sector para cortarles ese rollito amable envuelto en la nueva retórica de la sostenibilidad, la desestacionalización, la redistribución de flujos, la diversificación de destinos y experiencias, el ecoturismo, o incluso el turismo inclusivo. No puedes, porque enfrente tienes a una máquina voraz de fabricar dinero: 156.000 millones de euros al año y 2.400.000 de puestos de trabajo, aunque la patronal hostelera quiera crear el mayor plan de pensiones de España. Solo en Navarra, el turismo representa el 5,4%
El blog de Paco Roda