No parece que el metabolismo político de Unión del Pueblo Navarro esté sobrado de neuronas. Ahora este partido quiere declarar Pamplona ciudad libre de okupas. Como si de una peste o un verso satánico sin rima se tratase. Suena a propuesta infectada. A paja en el ojo ajeno. Vale que los okupas que UPN quiere criminalizar no hayan andado finos en la gestión okupacional. Vale que la okupación ya no es lo que era. Pensemos incluso, que el propio ayuntamiento no ha conjugado bien norma e ideología. Vale. Pero declarar Pamplokupa zona liberada de radicales, suena a risa floja. A memoria selectiva. Y es que a Pamplona y a Navarra le sobran okupas. Pero de los otros, de los que no llevan rastas. Gente fina que ha okupado a sus anchas. Les cuento. Aunque a algunos les suene a nostalgias de un régimen bubónico. En 1973, Carrero Blanco, presidente del Gobierno, y Julio Rodríguez, exprofesor de la Universidad, miembro del Opus Dei y en aquel entonces Ministro de Educación, aprobaron l
El blog de Paco Roda