A Rajoy el paraíso en llamas le estalló a la altura de la albufera valenciana. Y es que la marca PP más pareciera un matarratas mientras su gobierno se hunde en una ciénaga de aguas corrompidas. Esto apesta. Desde la E inicial, pasando por la ñ intermedia, hasta la a final. Apesta como un cadáver sin levantar tras un año ignorado. Porque nada te enerva tanto como comprobar que vives en un país gobernado por bastardos aforados de doble moral y triple fondo bancario. Gentes que además alardean de impunidad porque otros funcionarios del infierno han blindado su alma envenenada. Que han hecho de la codicia una carrera hacia el abismo. Entonces llega un momento en que la reiteración continuada del mal, de la perversión, del chanchullo, de la corrupción y de la mierda en que este puto país se ha convertido, te provoca una arcada que estalla como un apocalipsis enfurecido. Y aunque creas que la sinceridad se ha hecho imposible, piensa
El blog de Paco Roda