La activista y feminista Sara Ahmed dice que: “cuando una denuncia es archivada, la persona que la realiza puede sentirse también archivada”. Muchos vecinos y vecinas del Casco Viejo, hartas de la saturación hostelera que el barrio padece, han denunciado –desde hace años- esa masificación y todos los incumplimientos normativos que ello provoca. Pero como si nada. El problema del Casco Viejo, como el de otras ciudades, no es otro que la reconversión de un espacio residencial en un gran mercado, el desplazamiento de los derechos de la vecindad en beneficio de intereses privados y la usurpación del espacio publico en beneficio de empresas particulares. Prueba de ello son la barras sanfermineras de la Plaza del Castillo que, dado el análisis triunfalista de la responsable de Cultura del Ayuntamiento, serán restauradas en 2023. Y ello pese al reconocimiento de las quejas vecinales y de parte de los hosteleros. Y me temo que esas quejas, como dice Sara Ahmed, quedarán archivadas, como esa
El blog de Paco Roda