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Mostrando entradas de marzo, 2017

Huesos y piedras

En aquel solar aún resuenan las proclamas de una clase obrera que se sintió imbatible. Allí se troquelaron sindicalistas de raza, obreras de acero y proletarios que creyeron posible cambiar el mundo. Allí se levantaron las barricadas de una época que hizo de Navarra una cantera de utopías. Pero hoy, en la vieja fábrica de Súper Ser se escuchan otros latidos. Allí reposan, poca gente lo sabe, los vestigios más antiguos de nuestra prehistoria. Miles de objetos recuperados de entre los agujeros de la historia juegan al escondite con el tiempo:   utensilios de caza, adornos, vestidos, lanzas, collares, anillos, tumbas, estelas, mosaicos, abalorios, arcos, flechas, monedas, dientes, herramientas de sílex, miliarios, esqueletos y hasta las almas de nuestros ancestros pululan por este almacén que, desde 1996 se conoce como los fondos de Arqueología de Navarra. Y están ahí, donde Ikea, esa multinacional del bricolaje estético low cost , quiere instalarse. Eso se dice. Si así fuera, esos

Sangre en las venas

En aquel reino, las alcantarillas de desagüe estaban anegadas. Durante años, siglos quizás, la clase política había infectado los sumideros por donde políticos corruptos, periodistas de pesebre asegurado y usureros de misa diaria, ocultaban sus patrióticas golferías. Aquel reino en bancarrota navegaba a la deriva desde hacía tiempo. Pero a nadie parecía importarle salvo a los ahogados en las aguas de la pobreza. Y eran casi trece millones los que perdían la vida en el cáñamo de la fatalidad. Pero daba igual. Porque allí la verdad yacía muerta en los tribunales de Justicia convertidos en barracas de feria. Allí, la precariedad se había convertido en el mejor antídoto para gobernar a esa turba confesada por cardenales negros. Allí, las palabras dormían mudas. Sonaban a hueco. Vaciadas de sentido giraban   muertas de risa alrededor de un acantilado de renuncias. Allí, llamar a las cosas por su nombre, nominar a los corruptos y cantar las cuarenta a la Corona, se había convertido en

Las cenizas de ETA

"Lo más fácil sería decir que ETA no ha sido más que "terrorismo", que no tuvo nada que ver con la sociedad vasca como tal, y punto. Pero, desde un principio y hasta hoy mismo, ETA ha sido nuestra , de toda la sociedad vasca. Que tras el alto el fuego ETA diga adiós definitivamente es, en cierta medida, también responsabilidad de toda la sociedad. ¿Qué hacer ahora para que la disolución de ETA sea completa y definitiva?" Esto se escribía hace justamente diez años, en 2007. Su autoría pertenece a Joseba Zulaika (Itziar 1948)  y se atrevió a ello en el imprescindible  texto Polvo de ETA (Ed Alberdania-astiro).  Quizás merezca la pena una relectura de este libro. No por confirmar ni negar nada. Ni siquiera por revisar una historia que se ha prestado y se prestará a múltiples traiciones. Polvo de ETA se adelantó en su día al día de ayer, pero los acontecimientos quisieron que ese polvo esperará mansamente hasta convertirse en las cenizas definitivas de ETA. No

Miquel Martí i Pol

Mañana 19 de marzo, Miquel Martí i Pol hubiera cumplido 88 años.  Martí i Pol fue una de las voces emblemáticas de la poesía catalana y un referente imprescindible de la identidad catalana.   Un escritor de enorme carga emocional, un hombre que construía versos con los que se jugaba la vida en cada instante. Un obrero de toda la vida que empezó a trabajar a los catorce años en una fábrica de Roda de Ter pero que tuvo que abandonar por problemas de salud. Condenado a vivir en una silla de ruedas  debido a una esclerosis múltiple, se plantó ante el mundo armado de la sensibilidad y la reflexión más intimista   para trasmitir poemas que susurran   cosas de la vida. Esas que a veces nos cuesta reconocer. Del   amor, de la soledad, de la rebeldía, de la muerte, del miedo al destino;   de eso que tememos cuando calla el ruido de los días. Entonces el veneno de su belleza penetra en nuestra sangre. De eso iba   su canto.   Su obra desde Paraules al vent hasta Haikus en temps de guerra y

Stoner, una obra maestra

John Willians (1922-1994) En medio de tanto fango, de tanta insolencia liberada por los sicarios del cinismo; cuando la verdad ha sido vampirizada y la Justicia se inmola en una barraca de feria, un libro te puede librar de todo este estercolero. Y hasta limpiarte el alma de tanta inmundicia. Un libro que, al leerlo, uno puede reconocer su propia biografía. Porque “ Stoner” de John Willians (1922-1994) nos habla de todas las renuncias y saldos pendientes con la vida. Un libro donde resuena el fracaso, pero su eco provoca una inmensa lucidez. Como las aguas curvadas por la nieve. Y me dirán que los tiempos ya son lo suficientemente negros como para rebozarnos   en lecturas que nos ponen contra las cuerdas. Que la vida hay que vivirla, que son tres días y dos lloviendo. Les digo, por mucho empeño que pongan en ver la botella medio llena; como dice Juan Tallón, da igual qué hayas hecho con tu vida, es tu creación y tienes que hacerte cargo de ella sin aflojar la corbata para respi

8M, ¿más de lo mismo?

Ayer  8 de marzo,  se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. Creo que la rememoración histórica de ciertos hechos no tiene sentido si no es como revulsivo   práctico y emocional para reconquistar espacios negados a quienes se recuerda, si no es sentido en su plenitud por el imaginario social como elemento de combate dinamizador y si el colectivo evocado permanece ninguneado ante las posibilidades reales de cambio y protagonismo histórico que le corresponden. Creo que esta fecha   se ha reconvertido en un icono estético de la reverberación ideológica feminista. Este Día, con mayúsculas, se ha transmutado en una plataforma, apenas   evocadora del pasado histórico de las mujeres y en un reclamo publicitario de la folclorización anual de la memoria feminista.   Poco más. Porque la factoría ideológica liberal-poscapitalista se ha tragado literalmente su significado y sentido histórico. Lo digo porque los hechos son demoledores. Y conste que reconozco el avance, a veces sangriento,

¿Nadie dice nada?

Si la izquierda tiene una obligación, esa es pensar mejor que la derecha. Innovar más allá de la proclama. Atreverse a retorcer el pensamiento sin miedo a la tumoración cerebral.   Verán, este ayuntamiento pretende hacer un aparcamiento en el solar de Santo Domingo. Justo ahora que la ciudad apuesta por proyectos de movilidad sostenible y hasta con un área de Ecología Urbana. Pareciera que aquella izquierda que peleó por frenar una de las mayores perversiones urbanísticas de la ciudad, el aparcamiento de la Plaza del Castillo, se haya olvidado de sí misma. De conjugarse con los prefijos eco y anti. Aquella lucha por liberar a la vieja Pompelo fue una rebelión popular contra una manera de hacer o destruir la ciudad. Pero quizás, los rastros de esa lucha se hayan ido por el sumidero del olvido. Y pareciera que esta izquierda, más que un aparcamiento quisiera levantar una escombrera de renuncias. Me dirán que se ha consultado a la ciudadanía, un gesto que blinda casi todo. Ya les