Pese a la acusación, Julio Meden se ha desprendido de las ideas para dejar que el peso de conciencia le aplaste. Para que la experiencia vivida y la realidad, a palo seco, hablen. Tal vez eso mismo quiso transmitir a sus interpelados en La pelota vasca, un documental de tanta intensidad emocional que no nos puede dejar indiferentes. Creo que, nunca nadie había puesto tanto empeño en llegar al alma frustrada, dolorida y sangrante de este país. Nunca nadie había ido tan lejos ni su apuesta había sido más atrevida. Porque la vida puede ser muy sencilla para los que se agarran a un solo punto de vista pero mucho más arriesgada, y también más rica, para los que la encaran desde diferentes trincheras. Meden ha querido hablar y dejar hablar desde un territorio comprometido, desde las vísceras abiertas, desde el eco profundo y sangriento que ha dejado cada ser reventado, muerto, preso y torturado en nombre de este país. Meden se ha situado más allá del discurso po
El blog de Paco Roda