Hay días en que el invierno confunde las Bajas esferas con los altos fondos y Jesús Prado ese hombre que, según él mismo afirma, se dedica exclusivamente a esperar a la muerte y trata en vano de contemplar una inmaculada primavera que huele a café recogido por la mano de Joseph Roth. Mientras tanto, allá en la Cuba caribeña, ese Hombre que amaba a los perros le destrozaba el cráneo a Leonardo Padura en cuya defensa acudió Zigmunt Bauman y dijo que no había lugar a la protesta porque había sido una cuestión de Daños colaterales, algo que también el propio Pascal Mercier había comprobado mientras viajaba en un Tren nocturno a Lisboa. También estaba implicado en el tráfico de explicaciones Enrique Vila Matas, quien algo dijo de todo ello mientras paseaba por Dublinesca. No obstante, afirmo Rafael Reig que Lo que no está escrito no tiene valor salvo que Leonardo Padura se confesara de sus crímenes ante Belen Gopegi y lo hiciera abogando por Lo real, lo únic
El blog de Paco Roda