Hace ya unos días, asistí a una conferencia de Miquel Barceló. De entre la abrumadora variedad de temas que abordó tras su experiencia en Mali, relacionados con el arte y sus diferentes expresiones, hubo una frase casi lapidaria que da pie a este artículo. Decía que detrás del negro, si miramos bien, hay un negro más profundo aún. Me fui de la sala pensando en esa frase y cuando salí a la calle vi un inmenso lienzo negro sobre nuestra sociedad actual, sobre nuestros pasos que deambulan por la vida cotidiana. Sobre nuestras ideas y nuestros actos corrientes. Sobre lo que escuchamos a diario, nuestras conversaciones y deducciones. Y vi que el negro domina ya sobre todas las cosas. Pese al inmisericorde intento de convertir la farsa en objeto de culto. En ocasiones nos imponemos el color, la variedad cromática, la paleta colorista para ilustrar nuestros actos y deseos, nuestras lecturas, tan al uso de una hiperposmodernidad más que líquida que diría Bauman,
El blog de Paco Roda