Excepto en dos barrios, el Casco Viejo y la Txantrea, donde EH-Bildu ha obtenido mayoría con el 30 y el 24,5 por ciento de los votos respectivamente, el resto de la ciudad ha preferido votar a esa derecha unida jamás presentada a unas elecciones. Esa derecha ha polarizado su discurso en torno a varios ejes ideologizados que han funcionado como ideas fuerza referenciales: la política lingüística, la educativa (su rechazo al reconocido programa Skolae) las políticas familistas y el antinacionalismo, usado como amenaza rupturista y como arma de confrontación social. Este discurso, basado en estos elementos de persuasión, ha sustituido al apocalipsis económico o la desmembración del reino tan del gusto de UPN. Y ha funcionado para aglutinar votos de una población mayoritaria que busca esa normalidad bucólica de las sociedades más que satisfechas pero no menos desiguales. Y esto ha funcionado en los dos escenarios, el autonómico y el municipal. Y más, en Pamplona-Iruña esa derech
El blog de Paco Roda