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Mostrando entradas de mayo, 2015

Cambio

Foto: Jesús Diges Navarra ha dejado de ser mayoritariamente de derechas. Las elecciones pasadas, marcadas a sangre y fuego, movieron las almas de mucha gente que dijo: ¡ hasta aquí hemos llegado¡   Si bien Sanz y Del Burgo están en su derecho de decir que UPN es el partido más votado, no pueden negar que el deseo profundo de cambio se ha traducido en ese casi 58% de la población navarra que ha votado a partidos, más o menos   progresistas, de izquierdas, vasquistas y con ganas de abrir las compuertas de esta Comunidad. Enfrente tienen a   ese 39,1% de votos aferrados al inmovilismo sanzista jaleado por el allismo turbio y comodón. Si ese es el sentir de la mayoría de la población navarra, Sanz y los suyos deberían reconsiderar su mandato. La   derecha navarra debería hacer examen de conciencia          y   no de reincidencia. Porque en este presente convulso y agitado ya   no gozan del crédito de la gente.   Una prueba de honorabilidad democrática, de conexión con el sentir

¿ A cuánto está el cambio ?

No sé si esta columna se sostiene. La escribo de resaca   y sin saber cómo acabará la fiesta final. Pero parece que la derecha, esa que ha agitado el miedo como arma de destrucción masiva , que incluso ella misma se ha dado miedo al destapar sus intimidades más congeladas, está ya a las puertas del INEM solicitando el desempleo político. No sé si lo cobrará en dietas, en diferido o en especies. No sé tampoco como va a gestionar su más que probable desahucio institucional.     Hoy, en este día después histórico, esa izquierda heterogénea,   variopinta, polivalente y aquejada de cierta artrosis mental durante la campaña, se enfrenta a una sobredosis de responsabilidad sin precedentes. Llega el cambio, el tiempo de la decencia. Eso espero. Pero eso   exige   pactar, hablar, ceder, negociar, mirarse a los ojos, a los bajos y aparcar   prioridades llenas de egos y vanidades. La izquierda ha ganado, sí. Pero ¿a cuanto está el cambio? ¿Qué debe hacer ahora esa izquierda para material

La madurez del cinismo

Pamplona, campaña electoral de UPN, candidato Esparza Vean esta cara. La arruga no le favorece. Ya lo sé. Pero no me digan que no anuncia un cataclismo. O algo parecido. Ese ¡adelante navarros¡ incita  a las trincheras forales, a la guerra, contra otros, claro. Y deja a las mujeres navarras donde deben estar, en la retaguardia. El candidato Esparza hace caso omiso del  dedo acusador a su izquierda. Se siente seguro. Y es que las elites siempre se empeñan  en dividir a las clases sociales apoyándose en la nacionalidad, ¡navarros¡, en la religión, la generación, en el  estilo de vida, las preferencias culturales o el lugar de residencia. Y se ocupan de saturar el debate público para que estas polarizaciones constituyan nuevas identidades políticas -navarrísimo- que no presenten ningún peligro para el orden social (Serge Halimi) Adelante navarros ese eslogan guerrero, como el tono y el ánimo de un casta de mandarines de la política navarra, hiela la luz, tras ese mensaje se deja e

El carnicero infiel

M i carnicero, que siempre ha mantenido una excelente relación con su voto, dice que este año el alma le va por un lado y la cabeza por otro. Y que se siente infiel. No lleva bien la traición. Mientras me ponía dos pechugas de pollo, me preguntó si yo lo tenía claro. Respondió por mí una mujer enjoyada. “Yo sí”, dijo con firmeza mientras pedía solomillo de ternera. La carnicería estaba llena y la gente empezó a animarse en un vivo debate moderado por mi carnicero que daba voz y vez. Una mujer dijo que ante el clima de desgobierno político, la resignación era la forma más perfecta del suicidio cotidiano. Otro vecino dijo que las circunstancias cambian de lógica, por eso hay tanto voto indeciso de última hora. Aquello no parecía una carnicería, sino un congreso de ciudadanía política. Una joven afirmó que si la política había sido infiel a la ciudadanía, qué menos que la gente fuera infiel a la política. Así que el transfuguismo, la indecisión o la confusión ante el 24-M, tenían

La pelota vasca

Pese a la acusación, Julio Meden se ha desprendido de las ideas para dejar que el peso de conciencia le aplaste. Para que la experiencia vivida y   la realidad, a palo seco, hablen. Tal vez eso mismo quiso transmitir a sus interpelados en La pelota vasca, un   documental de tanta intensidad emocional que no nos   puede dejar indiferentes. Creo que, nunca nadie había puesto tanto empeño en llegar al alma frustrada,   dolorida y sangrante de este país. Nunca nadie había ido tan lejos ni su apuesta había sido más atrevida. Porque   la vida   puede ser muy sencilla para los que se agarran a un solo punto de vista pero mucho más arriesgada, y también más   rica,   para los que la encaran desde diferentes trincheras.   Meden ha querido hablar y dejar hablar desde un territorio comprometido, desde las vísceras abiertas, desde el eco   profundo y sangriento que ha dejado cada ser reventado, muerto, preso y torturado en nombre de este país. Meden se ha situado más allá del discurso po

Socialísimo

L a herencia del partido de la candidata apestaba. Y lo peor es que no era biodegradable. Así que decidió pasarlo por el túnel de lavado y jurar ante la tumba de Pablo Iglesias “el viejo”, liderar el cambio en Navarra. Se citó con un notario de la calle Arrieta y firmó un documento en el que se recogía que no pactaría con UPN un nuevo gobierno de colaboración. El 24 de mayo los socialistas obtuvieron 6 escaños, UPN 14, el PP 3 y Ciudadanos 3. Entre todos sumaban 26 parlamentarios. Es decir, mayoría simple. El PSN facilitó, apoyando a UPN, el nuevo gobierno de la Comunidad. Preguntada la candidata por esta deslealtad, respondió: yo juré no pactar, pero jamás no facilitar un gobierno estable en el caso de que UPN prometiera regenerarse; además, esta alianza no es mala, de hecho el pacto es mejor que la inestabilidad institucional. Además, no incumplí mi palabra, porque la palabra dada no incluía rechazar el interés por Navarra. Por eso, este pacto facilita la cohesión polític

El virtuoso que emociona

Keit Jarret cumplió el otro día, el 8 de mayo, 70 años. Si usted padece insomnio, depresión, alteración de la conducta política, pulsiones autolíticas u otras dolencias del alma, escuche a este virtuoso del piano. Escuchándole,  uno, o una, siente que la vida se paraliza, que el mundo enmudece ante los acordes de su música, no sé si celestial o surgida de las fauces de un ángel carcomido por la seducción de las ruinas. Si usted se encuentra en medio de un seísmo, sacudido por las bruscas alteraciones  de los cimientos sobre los que ha construido su vida, escuche a Keit Jarret, porque él le ayudará a mantener la calma.  KJ es más que un virtuoso, es un producto de la belleza hecha música. Ha llegado a los 70, pero un hombre escapa a la vejez por méritos propios, cuando concibe la esperanza y la dicha de llegar a un lugar, donde algo nuevo ocurre por vez primera. Y eso se hace poesía y música, la de KJ.

El debate

Foto: Naiz E sparza se presentó al debate con unos Dockers de pitillo, camisa Ralph Lauren y en perfecto estado de revista. Parecía el protagonista de  Vida y muerte de un pijo de Neguri , con ganas de impresionar. Araiz, sin embargo, parecía un personaje más de la enorme trilogía de Ramiro Pinilla. Vestía camisa de cuadros comprada en la tienda de Ortega y americana clásica de Cortefiel. Su imagen monacal denotaba cierto conservadurismo. Horas antes, ambos habían calentado a la opinión pública. Esparza había dicho que Araiz era un farsante que pretendía hacer de Navarra una sucursal más de los Estados Unidos Vascos, y Araiz que Esparza era la prolongación del brazo corrupto de santa Yolanda. Eso sí, ambos se habían preparado a fondo el debate escarbando en la llaga sangrante del contrario. Más que nada para el espectáculo. Pero los dos sabían que en aquel cara a cara no sacarían un voto de más entre los suyos. Así que cuando empezó de debate, ambos se miraron fijamente a los