memoriasdelviejopamplona.blogspot El casco viejo de nuestra ciudad, ese que ha visto el mundo por encima de la terraza del Arga y que siempre ha soñado con el mar arrojado sobre sus murallas, es hoy un barrio herido. Quizás de éxito, pero herido. Barrio que hace años fue territorio de resistencias, transgresiones y habituado al contratiempo. A la tensión permanente. Barrio de luces, sombras, oportunidades y amenazas que siempre gestionó lo suyo a pie de calle. Una calle de luchas heroicas y también de derrotas vergonzantes. Y también de reconquistas por obra y gracia de un vecindario que se sentía eso, vecindad. Fueron los años de las manifas diarias radiadas por la Eguzki Irratia, la insumisión pionera, el gaztetxe del Euskal Jai y la pelea entre adoquín y loseta. Y otras más que aún resuenan en algunas calles. Porque estas pequeñas victorias lo fueron de toda la ciudad. Pero se gestaron como propias por las gentes de aquí. Porque aquí se sufrieron en propia pie
El blog de Paco Roda