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Mostrando entradas de mayo 2, 2016

¿Hay razones todavía para el Primero de Mayo?

De qué sirve decir que los derechos sociales, conquistados por cinco generaciones del movimiento obrero mundial están en bancarrota. De poco. O de nada.   Claro, hablar del Primero de Mayo aquí, en la Comunidad de la excelencia, de la sobreabundancia, de la primacía   en casi todos los órdenes de la vida espiritual, algo menos de la   corporal;   laboral, empresarial, comercial, deportiva, turística, religiosa, cultural o, hasta gastronómica,   es poco menos que un desafuero. Hablar del Primero de Mayo aquí y en 2007, en la Navarra sobresatisfecha, sobredimensionada, sobrada de índices de calidad, excelencia, eficacia, eficiencia y demás ítems valorativos de nuestra calidad de vida, es un atentado. Ganas de joder la manta. De hacerse el gracioso.   Demagogia de saldo o jipitrasnochismo biodegradable.   De no saber de qué va, de verdad, la realidad social, política y laboral de esta Comunidad. Una tierra   llamada a ser la California del Norte. Claro, hablar de esta efemérides ranci

Apóstoles

Aquellos dos jóvenes tenían orígenes diferentes aunque decían   ser hijos de la misma madre. Uno   procedía de la camada de socialistas guapos que apuntalaron la socialdemocracia más bastarda y el otro se había preparado para   asaltar los cielos después de un encuentro con Lenin cuando tenía cinco años. El uno se llamaba Pedro y dijo que sobre aquella piedra, llamada España, escribiría su historia. Pablo, el otro apóstol emergente, dijo que jamás reconocería a un hermano que le había negado tres veces. Pedro le ponía tesón, incluso su salmodia quería recuperar el tiempo perdido. Pero tenía un grave problema con su mitra socialista. Y es que él no mandaba en su reino. Había barones que le recordaron que las aguas no se dividen por arte de magia. Que hay líneas rojas marcadas a sangre y fuego. Y aquellos príncipes socialistas le recordaron que lo de pactar con los arcángeles bastardos de la secesión ni hablar. Ni siquiera intentarlo en aquel reino indivisible. Así que, su alianza