De qué sirve decir que los derechos sociales, conquistados por cinco generaciones del movimiento obrero mundial están en bancarrota. De poco. O de nada. Claro, hablar del Primero de Mayo aquí, en la Comunidad de la excelencia, de la sobreabundancia, de la primacía en casi todos los órdenes de la vida espiritual, algo menos de la corporal; laboral, empresarial, comercial, deportiva, turística, religiosa, cultural o, hasta gastronómica, es poco menos que un desafuero. Hablar del Primero de Mayo aquí y en 2007, en la Navarra sobresatisfecha, sobredimensionada, sobrada de índices de calidad, excelencia, eficacia, eficiencia y demás ítems valorativos de nuestra calidad de vida, es un atentado. Ganas de joder la manta. De hacerse el gracioso. Demagogia de saldo o jipitrasnochismo biodegradable. De no saber de qué va, de verdad, la realidad social, política y laboral de esta Comunidad. Una tierra llamada a ser la California del Norte. Claro, hablar de esta efemérides ranci
El blog de Paco Roda