Nunca como hoy los sindicatos han sido tan necesarios, pero nunca como hoy fueron tan cuestionados. ¿Tienen que reinventarse? ¿Sirven hoy para lo que sirvieron ayer? ¿Mantienen la legitimidad social de antaño? ¿Tienen capacidad para reinventar nuevas luchas obreras? ¿Ocupan todavía un lugar entre los sujetos sociales? Son preguntas fáciles de formular pero difíciles de responder. No son asépticas. Porque, al margen de la oportunidad de su formulación, son introducidas en el discurso social de manera intencionada por los grupos de presión mediáticos y creadores de opinión para abrir una grieta ideológica en el mundo del trabajo, sus regulaciones y los sujetos que tradicionalmente han servido de mediación: los sindicatos, organizaciones históricas que hoy están sometidos al mayor linchamiento mediático jamás conocido. Ya lo dijo Esperanza Aguirre ante la huelga general de 2012: “Estos sindicatos caerán como el muro de Berlín” Es cierto que los sindicatos, concebidos y const
El blog de Paco Roda