Sé que hay asesinos que limpian sus crímenes con el papel de las acciones que invierten en bolsa, imbéciles que se ganan la vida vendiendo la exclusiva de su histriónica existencia, estafadores encumbrados en los parlamentos, políticos y moralistas que buscan compañía en burdeles de lujo, sacerdotes que rezan después de sodomizar a sus confesados, capitanes de empresa que, mientras firman mil despidos, engullen pinchos de tortilla de patata, banqueros de dientes afilados que se alimentan de hipotecas, diputados tránsfugas que venden su voto por una ración de jamón de Guijuelo, tratantes de ganado que invierten en cuadros de Miró, intelectuales pesebreros que escriben al dictado, policías sádicos que saludan con una sonrisa profidén, fanáticos e inquisidores que se creen poseedores de una verdad carnicera, financieros decrépitos acompañados de bellos asesinos, traficantes de armas de misa y comunión diaria, periodistas sin escrúpulos, profetas que se excitan anun
El blog de Paco Roda