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Mostrando entradas de marzo 10, 2015

Los años

A ciertas alturas de la vida, la edad se convierte en una tara. Todavía no me pasa, pero tengo conocidos que se someten a intensas sesiones de psicoterapia y luego se machacan en el gimnasio. Y es que, a partir de cierto momento, cumplir años es juzgado como un lastre que deberíamos eliminar de nuestro rostro. Conozco gente que sucumbe ante el primer verdugo de   la mañana, el espejo, ese tribunal sin piedad que cada día nos condena como portadores de una adición vergonzosa. Esta época adolescente no concibe cumplir años como un valor añadido, sino como una forma devaluada de estar en el mundo. Porque almacenar años se ha convertido en un fracaso anticipado. En un naufragio personal. Y el mundo del trabajo es un reflejo de ello. Tener más de 40 primaveras   es ser portador de un cúmulo de sospechas. Por eso, negar la edad real se ha convertido en un ejercicio redentor. Y de eso saben mucho ciertas empresas   animadoras del cuerpo y del alma que hacen su agosto alrededor de los años

Nos quedaba Osasuna

Nos quedaba Osasuna. Pero resultó un engaño más de este capitalismo de ficción construido para fascinarnos, seducirnos y convidarnos a una sesión de bienestar ficticio. Les confieso una cosa. No tengo ni puta idea de fútbol. He estado en El Sadar solo una vez. El 2 de octubre de 1985. Osasuna jugaba el partido de vuelta de la primera eliminatoria de la Copa UEFA contra el Glasgow Rangers. Osasuna ganó dos a cero. Con goles de Rípodas y Martín. Fui a ese partido con uno de mis mejores amigos que todavía conservo, un inglés honorable de Cornualles forofo del Athletic. De él he aprendido lo poco que sé de este deporte. Así que les cuento lo que me provoca este paseillo de rojillos en busca de una excusa perfecta. Nos quedaba Osasuna como banderín de enganche ideológico y aparato de contraprogramación contra todo: ETA, los vascos, el desempleo, la crisis, la corrupción y hasta la Can, patrocinadora del espectáculo futbolero en su día. Porque Osasuna ha sido también algo más que un clu