Entre estos dos libros suman 1879 páginas que pesan y pesan hasta agotarte, hasta dejarte molido tras un ejercicio de lectura desmedida y desmesura. Porque después de leer esto, lo que ocurre dentro de esas 1897 páginas, no te lo puedes quitar de la cabeza. Y solo deseas, cuando los acabas, salir corriendo en busca de los lugares por lo que tu cabeza ha deambulado día y noche: México, Nicaragua, Estados Unidos, Francia, España, Austria, Israel, África. Volar a Sonora,en México, a sus carreteras polvorientas en busca de los personajes, de esos detectives salvajes -poetas «desperados» y traficantes ocasionales-, Arturo Belano y Ulises Lima, enigmáticos protagonistas de un thriller feroz y brutal donde hay de todo: asesinatos, muertes feroces y amores en fuga. De 2666 decir es un libro brutal. Aunque el adjetivo depende del usuario. Solo decir que Roberto Bolaño lo escribió en estado de gracia y que poco después murió. Rodrigo Fresán, quien le conoció, ha dicho que cuando la real
El blog de Paco Roda