(...) Miquel Martí i Pol fue una de las voces emblemáticas de la poesía catalana y un referente imprescindible de la identidad catalana. Un escritor de enorme carga emocional, un hombre que construía versos con los que se jugaba la vida en cada instante. Un obrero de toda la vida que empezó a trabajar a los catorce años en una fábrica de Roda de Ter pero que tuvo que abandonar por problemas de salud. Condenado a vivir en una silla de ruedas desde hace treinta y tres años, debido a una esclerosis múltiple, se plantó ante el mundo armado de la sensibilidad y la reflexión más intimista para trasmitir poemas que susurran cosas de la vida. Esas que a veces nos cuesta reconocer. Del amor, de la soledad, de la rebeldía, de la muerte, del miedo al destino; de eso que tememos cuando calla el ruido de los días. Entonces el veneno de su belleza penetra en nuestra sangre. De eso iba su canto. Su obra desde Paraules al vent hasta Haikus en temps de guerra y Després de tot
El blog de Paco Roda