“Más tarde que nunca vas a morir”. Dicen que esta frase lapidaria estaba escrita en los muros del Fuerte de Ezkaba en 1938. Como anuncio de la deshumanización radical del régimen fascista. Ayer se cumplieron 84 años de la mayor fuga política de la historia contemporánea de Europa. Durante el anochecer del 22 de mayo de 1938, 795 prisioneros del régimen franquista más sanguinario, se fugaron del fuerte de Ezkaba. Todos creían que nunca es tarde para nada. Esa nada era la libertad. Y se la jugaron monte arriba, monte abajo. Gente que huía de la tortura y el hambre, sí, pero también gente, al menos los organizadores, que buscaron su libertad y un impacto político en las filas republicanas. Y eso los hizo grandes para la historia. Pero solo tres llegaron a la frontera francesa. El resto son números que sangran una historia que ha tardado años, muchos, en ser contada y rescatada. En aquella carnicería consentida, 206 fugados fueron ejecutados in situ y 14 fusilados posteriormente en la
El blog de Paco Roda