Detroit, la ciudad abandonada Porque sus potentes letras "Besé el suelo, no más patadas/La pasma y la porra me han liberado", "Papá no permite nuevas ideas aquí/mira las noticias pero nos son muy claras" o "Conozco el árbol de los ahorcados en la calle Odio/Conozco el árbol de los ahorcados en la calle Odio", no interesaban a la industria discográfica de una ciudad, Detroit, que si bien había abolido la segregación y el racismo en la década de los cuarenta, cuando Sixto era un crío de pocos años, todavía estaba sometida a un gran conflicto de clases. En los sesenta, escuadrones de policía iban de cacería por los bares que frecuentaba Sixto: arrestar prostitutas y gente negra era el deporte policial. En 1967, cuando Sixto comenzaba su carrera, la ira y la desesperación de la clase obrera de Detroit, una ciudad que había fabricado casi la tercera parte del material de guerra de los USA, era incontenible. Y el resultado no pudo ser más sangriento, 43 m
El blog de Paco Roda