Entre estos dos libros suman 1879 páginas que pesan y pesan hasta agotarte, hasta dejarte molido tras un ejercicio de lectura desmedida y desmesura. Porque después de leer esto, lo que ocurre dentro de esas 1897 páginas, no te lo puedes quitar de la cabeza. Y solo deseas, cuando los acabas, salir corriendo en busca de los lugares por lo que tu cabeza ha deambulado día y noche: México, Nicaragua, Estados Unidos, Francia, España, Austria, Israel, África. Volar a Sonora,en México, a sus carreteras polvorientas en busca de los personajes, de esos detectives salvajes -poetas «desperados» y traficantes ocasionales-, Arturo Belano y Ulises Lima, enigmáticos protagonistas de un thriller feroz y brutal donde hay de todo: asesinatos, muertes feroces y amores en fuga.
De 2666 decir es un libro brutal. Aunque el adjetivo depende del usuario. Solo decir que Roberto Bolaño lo escribió en estado de gracia y que poco después murió. Rodrigo Fresán, quien le conoció, ha dicho que cuando la realidad comienza a parecerse demasiado a tus fantasmas, llega el momento de partir.
Hay muertos que no buscan a sus asesinos. Ni siquiera se buscan a sí mismos. Solo quieren saber si queda alguien que les eche en falta. Porque hay muertos que no son de nadie. Son los más amargos. Porque siguen sin morir del todo. Ocurrió en Lodosa. En La Plazuela. Eran la seis de la tarde del 18 de julio de 1936. La plaza olía a circo. Pero también a sangre y a moscas. Algunos ya sabían que el futuro se acababa allí. A esa hora. Otros prefirieron buscar dónde matar el calor de una tarde sangrienta. Y allí estaba el circo para sonreírle a un verano bastardo: el Circo Anastasini. Un circo procedente de Ceuta regentado por un italiano, Aristide Anastasini. En el circo había un elefante viejo y caballos y payasos, y una niña amazona llamada Joana que cabalgaba un corcel blanco que giraba alrededor de un destino negro. Y había moros y negros y malabaristas de Madrid y payasos italianos y magos y funambulistas franceses del protectorado español de Marruecos. Cincuenta enamorados de
Comentarios
Publicar un comentario