Aquel tipo era el baranda de Lear Corporation y había roto su matrimonio con Faurecia. Tenía respuesta para todo, aunque le cambiaran las preguntas. Y dicen también que firmaba despidos al son Closing Time , la vieja canción de Cohen. Y es que este cierre de persiana de Faurecia es el ejemplo más irracional del nuevo capitalismo sin alma. Ingeniería de la codicia llevada al extremo. De cómo el capitalismo canalla nos ha ganado la partida. Pero no hay que sentirse culpables. Los currelas de Faurecia han dado el do pecho hasta la extenuación, han explorado todas las vías posibles, han negociado, renegociado, rendido cuentas y puesto su pasado, presente y futuro a disposición de este capitalismo mesetario. Porque no es gente que se haya rendido o desertado. En ello les iba la vida. Pero no ha sido posible. Ni con el Séptimo de Caballería hubieran ganado la batalla. ¿Por qué? Porque la verdad estaba ausente de la mesa de negociación. Porque Faurecia y
El blog de Paco Roda