En
cierta ocasión que Marguerite Duras estaba sobria dijo “Lo reconozco: el
alcohol suplió en mí la función que no tuvo Dios”. Cambiemos el sustantivo alcohol por fútbol y la cita se convierte en
el mejor microrrelato sociológico que
Juan José Millás pudiera imaginar.
Y sí, hubo un tiempo en que el fútbol
fue un juego de naturaleza popular y una fiesta para los ojos, como decía
Eduardo Galeano. Pero aquello se perdió cuando el neoliberalismo económico le
hincó el diente a este deporte. Desde entonces
los hinchas dejaron de ser hinchas para ser clientes. Y también los
clubes, convertidos en sociedades
anónimas donde no hay socios sino accionistas. Desde entonces, el fútbol, ese
juego convertido en emoción, es algo
robado. Algo que ya no nos pertenece.
Pero cuestionar el fútbol, ese
referente global y socializador bendecido por todo dios y del que participan
265 millones de jugadores, de los que 38 millones son profesionales, es
arrojarse a las fauces de las hienas que lo sustentan. Y ya sé que a su hijo le
apasiona. Y que usted le sigue porque es una manera de socializar con sus
iguales. Pero sepa que solo en Europa, el fútbol generó más de 23.800 millones
de euros en 2015. Miles de ellos
circularon por las cloacas: compra de partidos, árbitros y apuestas, derechos
televisivos, negocios inmobiliarios, nombramientos, apaños de las sedes del
mundial y, por supuesto, corrupción fiscal y evasión de impuestos. Corrupción que
pagamos todos.
Algunos astros de este deporte están
bajo sospecha. Pero son tratados como intocables, incluso sus posibles delitos se
minimizan dado su aforamiento social. Porque si los referentes sociales son
condenados, todos dejamos de ser Messis
o Ronaldos. Y entonces no solo
perdemos el fútbol, sino los ídolos que suplantan nuestras vidas.
Artículo publicado el
día 12 de diciembre de 2016 en Noticias
de Navarra
Hace muchos años, yo era un niño hubo una convocatoria de huelga general, y pusieron en la tele franquista ese día, todos los goles de la copa de Europa del real Madrid...para que no se saldría a la calle...hoy tenemos fútbol mañana tarde y noche, por la misma razón...
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