Llegas a una librería, como ya la conoces, la quieres recorrer en el mismo sentido que lo vienes haciendo cada día que te pierdes por allí. Pero esta vez, un libro, este que ven ahí arriba, te lleva por otro pasillo. Y te empiezas a leer la primera página, la contraportada no la suelo leer nunca. Y descubres en la página 17 unas líneas que dicen: "No creo en nada/pero si no creo en nada/entonces puedo creer en lo que me hace vivir". Y me dije, ya está, otro libro de autoayuda enmascarado, aunque de sobra sabía que no lo era. Pero esos primeros apuntes me hicieron abrir otra página. Por ejemplo, la 42, en concreto el segundo párrafo, donde dice "Desorden: me refiero al gozo de dar una patada al consenso que, con buenos modales y bonitos discursos, nos ha traído la ruina". Entonces sí, me empiezo a dar cuenta que allí hay materia muy atractiva, novedosa y con un tono experimental muy envolvente. Porque hacer emerger la idea de dar una patada al consenso es abrir las puertas a la crítica necesaria ante este buenrrollismo y buenísimo que nos invade tan propio del nuevo ciudadanismo participado que no participativo que en muchas ciudades del cambio padecemos. Pero en la página 43 encuentro una frase: "la desconfiguración de la izquierda". Y no es que yo vote a Ciudadanos, pero ese concepto y la suma de lo anterior encontrado en las anteriores 43 páginas, me hizo comprar este libro necesario. Ver más
Llegas a una librería, como ya la conoces, la quieres recorrer en el mismo sentido que lo vienes haciendo cada día que te pierdes por allí. Pero esta vez, un libro, este que ven ahí arriba, te lleva por otro pasillo. Y te empiezas a leer la primera página, la contraportada no la suelo leer nunca. Y descubres en la página 17 unas líneas que dicen: "No creo en nada/pero si no creo en nada/entonces puedo creer en lo que me hace vivir". Y me dije, ya está, otro libro de autoayuda enmascarado, aunque de sobra sabía que no lo era. Pero esos primeros apuntes me hicieron abrir otra página. Por ejemplo, la 42, en concreto el segundo párrafo, donde dice "Desorden: me refiero al gozo de dar una patada al consenso que, con buenos modales y bonitos discursos, nos ha traído la ruina". Entonces sí, me empiezo a dar cuenta que allí hay materia muy atractiva, novedosa y con un tono experimental muy envolvente. Porque hacer emerger la idea de dar una patada al consenso es abrir las puertas a la crítica necesaria ante este buenrrollismo y buenísimo que nos invade tan propio del nuevo ciudadanismo participado que no participativo que en muchas ciudades del cambio padecemos. Pero en la página 43 encuentro una frase: "la desconfiguración de la izquierda". Y no es que yo vote a Ciudadanos, pero ese concepto y la suma de lo anterior encontrado en las anteriores 43 páginas, me hizo comprar este libro necesario. Ver más
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