Ir al contenido principal

Pateras


Al otro lado del estrecho ya olía a primavera. En Tarifa, en algunas terrazas del Paseo Marítimo, se servían boquerones fritos y el viento de Levante llevaba hasta las costas de Africa un olor a fritanga que excitaba a los descendientes de los primeros esclavos  que atravesaron el Atlántico. Koutiala Bani había nacido en Freetown, capital de Sierra Leona, en un suburbio infectado de traficantes de marfil y prostitutas con Sida. Era el mayor de cinco hermanos que habían visto decapitar a su padre por un mocoso de trece años que vomitaba heroína adulterada sobre los cadáveres que coleccionaba, como muestra de hombría, durante la guerra civil que asoló al país durante 1991. 
 Bani lloró amargamente durante un mes hasta que se despidió de su madre. Sobre la tumba de su padre prometió vengar su muerte y volver con el dinero suficiente para liberar de la miseria a su familia. Pero para eso había que cruzar un mar que, para entonces, ya estaba infectado de cadáveres que naufragaron soñando con una Tierra Prometida. Bani era analfabeto, como el 65%   de la población de su país. No sabía situarse más allá del barrio donde siempre malvivió pero embarcó su pena en una barca de nueve metros de eslora con la intención de reconquistar su orgullo  de guerrero Mende.
Bani nunca llegó. Murió antes de llegar a la playa de Los Lances, en Tarifa, junto a otros 18 africanos que buscaban el paraíso terrenal que Ngewo, el creador del universo Mende, prometía a sus creyentes. Su madre no sabe nada, pero Bani no volverá nunca para vengar la memoria de su padre. Mientras, en Tarifa las terrazas se llenan de surferos bronceados que saborean daiquiris y tapas de jamón de pata negra. Y Aznar se prepara para embarcarse en un nuevo velero vacacional. Pero antes ha encargado un plan para blindar a Europa contra la inmigración ilegal. Desde 1991, más de 20.000 civiles han muerto en Sierra Leona torturados por bandas rivales con intereses en Europa y América. Bani nació en un país vendido a la guerra y a la crueldad. Era un sinpapeles, un infeliz que sólo quería volver a ver a su madre. Y la infelicidad no tiene sitio en el universo de las leyes.




Posdata: este artículo se publicó en marzo de 2003, en Diario de Noticias de Navarra. Salvo Aznar, todos los personajes y acontecimientos son recientes. Parece que fue ayer. La Tierra Prometida sigue siendo eso, una promesa envenenada para miles de inmigrantes en busca de un futuro cerrado a cal y canto. La semana pasada murieron en las aguas de ese mar azul, de luz y de muerte,  no menos de 60 personas. Muchas no aparecen en la prensa. Ni aparecerán. Es lo que pasa cuando la noche engulle cuerpos desconocidos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Miquel Marti i Pol

Hace 15 años escribí este artículo en Noticias de Navarra. Hoy hace 15 años de la muerte de este inmenso poeta catalán.  Mientras algunos políticos analfabetos se enriquecen por el morro, mueren los poetas. A uno el cuerpo le pide mandarle a ese tal Galipienzo uno de los poemas de Miquel Martí i Pol, el poeta-obrero catalán muerto el martes pasado. Pero hay algunos hombres tan necios que si una sola idea surgiese de su cerebro, ésta se suicidaría abatida por   su dramática   soledad. Por eso prefiero seguir leyendo a este inmenso poeta que se ha ido en busca de un mundo donde reconstruir sus utopías. Miquel Martí i Pol fue una de las voces emblemáticas de la poesía catalana y un referente imprescindible de la identidad catalana.   Un escritor de enorme carga emocional, un hombre que construía versos con los que se jugaba la vida en cada instante. Un obrero de toda la vida que empezó a trabajar a los catorce años en una fábrica de Rod...

Vila-Matas no invita a la lógica

Vila-Matas es un tipo desconcertante. Pretende desaparecer, hacerse invisible, pero no lo consigue. y mira que ha insistido en ello. Pero lejos de ello, se hace más presente. Y  es que  esa desaparición pasa por la propia transformación de su mundo literario. Por el vaciado de su propia materia prima textual. VM ha iniciado, creo,   la última parte de su carrera de fondo  literaria con su ultima aportación. Y espero que tenga su recompensa. Para algunos críticos, VM es un escritor escorado a ninguna parte, excepto hacia su propio mundo interior, eso sí,  sin llegar a ser un pedante del lirismo estético individualista. Otros, alguno de mi provinciana ciudad sanferminera, le achacan de postmoderno colaboracionista de la fatuidad de la literatura sin compromiso. Nada más lejos después de leer su última novela. Si es que es novela. Tras la lectura de esta obra, me siento más vilamatiano que nunca. Por una razón muy simple. Este tipo me habla al oído, susurra c...

El circo de Lodosa

Hay muertos que no buscan a sus asesinos. Ni siquiera se buscan a sí mismos. Solo quieren saber si queda alguien que les eche en falta. Porque hay muertos que no son de nadie. Son los más amargos. Porque siguen sin morir del todo. Ocurrió en Lodosa. En La Plazuela. Eran la seis de la tarde del 18 de julio de 1936. La plaza olía a circo. Pero también a sangre y a moscas. Algunos ya sabían que el futuro se acababa allí. A esa hora. Otros prefirieron buscar dónde matar el calor de una tarde sangrienta. Y allí estaba el circo para sonreírle a un verano bastardo: el Circo Anastasini. Un circo procedente de Ceuta regentado por un italiano, Aristide Anastasini. En el circo había un elefante viejo y caballos y payasos,   y una niña amazona llamada Joana que cabalgaba un corcel blanco que giraba alrededor de un destino negro. Y había moros y negros y malabaristas de Madrid y payasos italianos y magos y funambulistas franceses del protectorado español de Marruecos. Cincuenta enamorado...