Sigue en pie la leyenda de un hombre que surgió de lo más profundo. Un hombre rescatado de la invisibilidad, hecho a su imagen y semejanza, un hombre que no fue profeta en su tierra porque era una tierra prestada, una tierra que la pagó pero le negó el pan el sal. No triunfó porque sus letras molestaban y hablaban de cosas de las que mejor no hablar, hacerlas invisibles, como él. Sixto Rodriguez en París, 2014.
Sigue en pie la leyenda de un hombre que surgió de lo más profundo. Un hombre rescatado de la invisibilidad, hecho a su imagen y semejanza, un hombre que no fue profeta en su tierra porque era una tierra prestada, una tierra que la pagó pero le negó el pan el sal. No triunfó porque sus letras molestaban y hablaban de cosas de las que mejor no hablar, hacerlas invisibles, como él. Sixto Rodriguez en París, 2014.
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