Ir al contenido principal

Mayo navarro




Aquel reyno, que había sobrevivido como un mito, estaba a punto de acabar como una falsificación. Pero no saldó cuentas con su pasado el 25 de mayo de 2014. Tal era la metástasis que le corroía desde hacía casi treinta años. La expectación era enorme. A ello había contribuido el ambiente encanallado durante la campaña electoral. Así que la oposición esperaba zanjar tantas semanas de zozobra.
Una mujer de belleza inquietante, voz delicada pero elocuente y seguridad en unas manos que hablaban solas, había hecho temblar los pilares de un poder perverso enquistado en el ADN de algunos de sus gobernantes que, incapaces de salvar su alma, esperaban salvar su nombre. Aquellas elecciones forzadas habían dejado varios cadáveres políticos en la morgue del Parlamento. En esa situación, nadie sabía dónde podía acabar aquella novela de caballerías navarra: traiciones a bocajarro, declaraciones hiperbólicas, cohechos camuflados de honorabilidad, juegos de doble moral, dimisiones, órdenes de Madrid, contraórdenes en Pamplona y, en fin, una bastarda y enredada situación cuyo mensaje final parecía ser el de siempre. No había fuerza en la naturaleza capaz de mover el eje de rotación de aquel reyno que se había vuelto refractario a la verdad y la sensatez.
A las diez de la noche del 25 de mayo ya se intuía. Sólo el cinco por ciento de la población con derecho a voto había votado. Los políticos se echaban las manos a la cabeza mientras la calle se echaba de cabeza a una fiesta sin límites. Frente al Parlamento miles de personas pedían un proceso constituyente que diera carpetazo a aquel modo de gobernar, de talante sin talento. La mujer de belleza espartana había dado el pistoletazo de salida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El circo de Lodosa

Hay muertos que no buscan a sus asesinos. Ni siquiera se buscan a sí mismos. Solo quieren saber si queda alguien que les eche en falta. Porque hay muertos que no son de nadie. Son los más amargos. Porque siguen sin morir del todo. Ocurrió en Lodosa. En La Plazuela. Eran la seis de la tarde del 18 de julio de 1936. La plaza olía a circo. Pero también a sangre y a moscas. Algunos ya sabían que el futuro se acababa allí. A esa hora. Otros prefirieron buscar dónde matar el calor de una tarde sangrienta. Y allí estaba el circo para sonreírle a un verano bastardo: el Circo Anastasini. Un circo procedente de Ceuta regentado por un italiano, Aristide Anastasini. En el circo había un elefante viejo y caballos y payasos,   y una niña amazona llamada Joana que cabalgaba un corcel blanco que giraba alrededor de un destino negro. Y había moros y negros y malabaristas de Madrid y payasos italianos y magos y funambulistas franceses del protectorado español de Marruecos. Cincuenta enamorados de

Mario Gaviria, de trago largo y coito corto

Mario en 1998 un café de Madrid, con 60 años. Foto: Miguel Gener Quizás, para mucha gente, Mario Gaviria, fue un desconocido. Ese ribero de Cortes, sociólogo para mas señas y arquero del primer ecologismo navarro, falleció el pasado sábado a punto de llegar a los 80. Él cumplió con aquello de no ser profeta en su tierra. Quizás no supo tomar las precauciones necesarias para ser un mal comprendido. Y es que mientras el viejo régimen de UPN gobernó esta Comunidad, este alumno de Henry Lefevre, antiguo consultor de las Naciones Unidas en África, autor de 40 libros y Premio Nacional de Medio Ambiente en 2005, fue sistemáticamente invisibilizado. Quizás por eso miró a Zaragoza, donde trabajó intensamente en proyectos urbanísticos y medioambientales como la traída del agua del Pirineo para abastecer la ciudad o el diseño del barrio de viviendas sociales y ecológicas del Parque Goya. Mientras tanto,   aquí se le negaba el reconocimiento que él nunca buscó. Hasta que en 2006, el Colegio d

Ego, las trampas del juego capitalista

"Es hora de pensar en una vía de salida, de nuevos modelos altruistas y de colaboración que no conviertan cada uno de los aspectos de nuestra vida en una ecuación matemática". Porque la codicia y el juego son estímulos suficientes para el juego d ella vida.  Conjuguen esta lectura con la serie, Juego de Tronos y verán como lo que nos mueve, en una u otra dirección es el miedo. Como dice Jesús Aller " Nadie entiende lo que ocurre y los políticos que están a cargo del asunto se refugian en clichés:  “No hay alternativa” ,  “Si fracasa el euro, fracasa Europa” . La realidad es que han perdido el control, porque lo que se despliega son simplemente las estrategias de una guerra no declarada entre los estados y las entidades globalizadas del mercado financiero, que actúan simbióticamente con el gobierno de Estados Unidos. La última crisis no fue en este sentido una situación excepcional, sino una batalla más del conflicto.   Los políticos aceptan que en este enfrentamient