Este hombre no tiene desperdicio. Pareciera que necesita el desorden para sacudirse del hastío. Miren lo que dice: "el destino nos debe casi 18 días de San Fermín", podemos recuperar parte de esos días no vividos el año que viene. Al margen de la incorrección lingüística, puesto que destino está por cumplir, como un porvenir inconcluso y por tanto no nos puede robar nada, decir esto deja en evidencia una personalidad muy preocupante. A mi esto me suena a trilero, como si tuviéramos que recuperar parte del botín que nos corresponde.
A ver. ¿A quien beneficiarían 17 días seguidos de farra brutal? Porque alentados así, como si no hubiera un mañana
esa voz política nos exhorta a una fiesta caníbal ¿Quién se podría permitir esa fiesta sin igual? ¿también esas 25.000 personas en pobreza severa que malviven en Pamplona ? ¿Qué coste añadido tendría para el sector publico? ¿ O nos sale gratis? ¿Qué necesidad tenemos, de verdad, de 17 días de fiesta? ¿ acaso este hombre está pensando en un proceso de indemnización encubierta a escala planetaria para la Asociación de Hostelería de Navarra y allegados?
Puestos a recuperar, ¿Por qué no recuperamos la vieja Plaza del Castillo, la vieja cárcel de Pamplona, la noria de sangre de la Txantrea, los fosos de la Ciudadela o los y pico miles de metros cuadrados de espacio publico convertidos en terrazas y robados a la ciudadanía al servicio de intereses privados. Joder, pareciera que hemos pasado de ser una ciudad dramática a una ciudad llena de despropósitos.
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