Hoy hace exactamente 99 años que Sidonie- Gabrielle Colette, que así se hizo llamar, interpretó sobre un escenario al que no se subía desde 1912, el papel de Lea Lonvad en la representación numero 100 de la adaptación de su novela Chéri escria en 1920. Colette, fue transgresora de sí mismay. Se desnudó en publicó, se besó con mujeres y escribió notables novelas de su época. Presidió la Academia Goncourt y Francia la despidió con un funeral de estado.
Hay muertos que no buscan a sus asesinos. Ni siquiera se buscan a sí mismos. Solo quieren saber si queda alguien que les eche en falta. Porque hay muertos que no son de nadie. Son los más amargos. Porque siguen sin morir del todo. Ocurrió en Lodosa. En La Plazuela. Eran la seis de la tarde del 18 de julio de 1936. La plaza olía a circo. Pero también a sangre y a moscas. Algunos ya sabían que el futuro se acababa allí. A esa hora. Otros prefirieron buscar dónde matar el calor de una tarde sangrienta. Y allí estaba el circo para sonreírle a un verano bastardo: el Circo Anastasini. Un circo procedente de Ceuta regentado por un italiano, Aristide Anastasini. En el circo había un elefante viejo y caballos y payasos, y una niña amazona llamada Joana que cabalgaba un corcel blanco que giraba alrededor de un destino negro. Y había moros y negros y malabaristas de Madrid y payasos italianos y magos y funambulistas franceses del protectorado español de Marruecos. Cincuenta enamorados de
Comentarios
Publicar un comentario