Cristina de Middel, Magnum |
Imaginen por un momento que a las cuatro horas de conocerse
el suicidio del preso Xabier Rey, ocurrido hace días en la cárcel de Puerto de
Santa María, las radios, televisiones, redes sociales, periódicos, revistas y
todo el establishment mediático
comienzan a divulgar la noticia de su muerte. Empieza así un maratón de
noticias, programas especiales y tertulias donde se desmenuzan las
circunstancias de su encarcelamiento y fallecimiento. Hasta el estrangulamiento
de la lógica. Y se analiza con precisión cirujana cómo vivió sus
últimos años de prisión. Con quién hablaba, quién le veía, qué comía, a quien
escribía, cómo eran sus vigilias, cómo era su celda, cual fue su ultimo sueño, quién le vio por
ultima vez. Imaginen esta inflación de noticias abriendo la cabecera de todos
los telediarios y programas radiofónicos. Durante dos semanas. Imagínenlo. Ahora
mediten sobre el impacto social y emocional de ese relato, el de las ultimas horas
de un preso que se suicida. Ahí les dejo.seguir leyendo en Noticias de Navarra
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