Ir al contenido principal

Curcio Malaparte: el gran olvidado


En julio de este año se cumplieron 60 años de la muerte de un escritor inquietante y polémico. Era bueno. Muy bueno. Pero tu tuvo su etapa fascista y eso lo condenó al ostracismo. Aunque muriese abrazado al crucifijo maoísta del PC. Corresponsal de guerra para Il Corriere della Sera en el frente ucraniano en la segunda Guerra Mundial y combatiente voluntario en la Primera Guerra Mundial, Curcio Malaparte, seudónimo o sobrenombre  de Kurt Erich Suckert, ingresó en el Partido Fascista Italiano pero se desengaño a tiempo y poco a poco se fue ganando la enemistad de Mussolini quien lo desterró y condeno a varios años años de prisión.
Si digo que es bueno es porque hay dos obras cumbres de su literatura de guerra. "La Piel" y "Kaput", dos obras maestras del horror, la guerra, la barbarie y la desesperación humana en el escenario y  recorrido por la Segunda Guerra Mundial. Son dos crónicas tremendas, brutales y de un lirismo que te encoge el alma que según Malaparte se  perdió para siempre en esos años. Son, además  dos obras de alta literatura  y geoestrategia política. "La Piel" puede servirnos para entender hoy el declive de Europa, iniciado en 1940, según Malaparte. Lean los dos y sentirán un escalofrío en cada línea. Entonces se preguntarán porque este hombre no ha sido reconocido un poco más allá de su excelente biografía 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Miquel Marti i Pol

Hace 15 años escribí este artículo en Noticias de Navarra. Hoy hace 15 años de la muerte de este inmenso poeta catalán.  Mientras algunos políticos analfabetos se enriquecen por el morro, mueren los poetas. A uno el cuerpo le pide mandarle a ese tal Galipienzo uno de los poemas de Miquel Martí i Pol, el poeta-obrero catalán muerto el martes pasado. Pero hay algunos hombres tan necios que si una sola idea surgiese de su cerebro, ésta se suicidaría abatida por   su dramática   soledad. Por eso prefiero seguir leyendo a este inmenso poeta que se ha ido en busca de un mundo donde reconstruir sus utopías. Miquel Martí i Pol fue una de las voces emblemáticas de la poesía catalana y un referente imprescindible de la identidad catalana.   Un escritor de enorme carga emocional, un hombre que construía versos con los que se jugaba la vida en cada instante. Un obrero de toda la vida que empezó a trabajar a los catorce años en una fábrica de Rod...

Minuto

No podré votar por Yala Nafarroa con Palestina para que lance el txupinazo y el cielo se avergüence. Así que dejaré aquí mi voto. Creo que el resto de propuestas tienen tiempo de lanzarlo. El año que viene, si viene, o el que sea. Sin embargo Gaza no puede esperar. Aun con nueva tregua trampa. Que Yala lance el txupinazo será un acto simbólico de gran impacto internacional. Y será, como no podría ser de otra manera ,un acto político. Claro, como tantos gestos diarios revestidos de inocencia viciada. Porque no se puede pasar de puntillas, ni ser equidistante, ante esta masacre gazatí. Porque hasta el silencio miedoso y colaboracionista que inunda el mundo, también es político. ¿Te suena de algo Melody? Pero además, Yala no es una candidatura personal, cuestión que deberíamos revisar en favor de lanzaderas colectivas si reclamamos fiestas fusionadas e inclusivas. Yala, agrupa a 225 colectivos sociales y ONGs frente al genocidio y ocupación palestina. Y llevan años. Pero Yala ...

El viejo pino

El viejo pino no aguantó la embestida de un viento sin piedad, un viento enloquecido, como una llamada de teléfono de desamor. Dicen que cayó a cámara lenta, como queriendo agarrarse al último suspiro de sus resecas raíces. El viejo pino tenía más de cien veranos y había sido testigo de noches de amor y de todas las lunas, de tormentas, granizos, vientos cierzos y “castellanos” y también de alguna guerra aún sin cicatrizar. Fue refugio de cientos de nidos y testigo mudo de miles de vuelos que los cernícalos convertían en piruetas de amor y de muerte. Cada año, llegado septiembre, cuando la luz desciende sobre los pimientos recién asados, el pino crecía varios milímetros. Lo hacía, dicen, para oír mejor el repique de campanas que anunciaban una procesión desde tiempo inmemorial. Y también dicen, quien lo ha visto crecer, que en algunas noches recargadas de estrellas, se podía oía su respiración que sonaba como un gemido. Entonces, algunas gentes se arrimaban a su tronco para encontrars...