Acuarela de Juan Carlos Mestre |
No hablaré
aquí de Fidel, ni utilizaré su nombre en
vano más de lo usado y abusado hasta hoy
mismo. Porque, como diría Juan Carlos Mestre, ese percherón de la poesía
silenciada al que escuchamos el pasado jueves vomitar belleza por los poros sudados de su voz: “dicen que hay
cadáveres que hablan más alto que las trompetas”. Sin más, buen viaje Fidel.
Y es que
pareciera que Caronte ha vuelto al pleno empleo tras seleccionar a los mejores
y peores pasajeros de su carcomida barcaza. Fidel, Leonard Cohen, Rita Barberá.
Por cierto Rita, estés donde estés, he
de decirte que aquí, tus coleguitas del PP sí que han usado y abusado de tu
nombre. Y hasta de tu muerte. Dignos comisionados de ética braguetera que disfrutan viendo trabajar a los enterradores.
Gente que tras cada funeral acuden como hienas al copioso banquete de la
casquería.
Porque el infarto de Barberá es la bala
en la recamara que estos bastardos de
doble moral, como Rafael Hernando, nuevo portacoz del PP, usan para
envenenar aún más la putrefacta política española. Barberá se ha convertido en
la Virgen de Lourdes del PP al rentabilizar su muerte como un artepacto
contra la corrupción. Esa corrupción reconvertida en el oráculo de la
sensatez. Si Barberá ha muerto a consecuencia de la cacería de hienas a que,
según Hernando, fue sometida; entonces ningún fiscal anticorrupción, ni periodista, ni crítico, ni político decente, están libres de verse involucrados en sumarios por
asesinato en diferido.
A esto hemos llegado amigo Mestre.
A esta ciénaga donde algunos carniceros rentabilizan la bilis de sus
improperios. Porque ya lo dijiste en un verso cabalgando a la intemperie: “Los predicadores aman la
tempestad y golpean con su Biblias de nácar la erección de los guardiamarinas”.
Esos predicadores son los funcionarios del infierno que ahora nos gobiernan.
Articulo publicado en Noticias de Navarra el día 28 de abril de 2016
Te sigo habitualmente a través de D de Noticias y te agradezco la manera tan certera y contundente con la que expresas lo que muchas veces siento y soy incapaz de expresarlo con tanta claridad y contundencia. Gracias y espero que ni decaiga tu empeño en denunciar tanta tropelía ni q esas críticas caigan en el vacío.
ResponderEliminarVeo ahora tu comentario, amigo. Y te lo agradezco enormemente, un fuerte abrazo y que el empeño sea mutuo, abrazos, Paco
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