Ir al contenido principal

Un informe que escuece

Foto: Diario de Noticias


Parece ser que la pobreza solo escuece en tiempo de votos o de vigilia. Y es que, aunque no lo parezca, en Navarra hay 30.000 personas en situación de pobreza severa. Lo dice la UPNA tras un informe sobre el impacto social de la crisis. Pero al consejero Alli, este dato, más que inquietarle, parece importunarle. Porque lejos de admitir la realidad, que es la que es, se revuelve contra quienes anuncian y denuncian un escenario de vergüenza social. Más aún, el consejero arremete contra la UPNA a la que acusa de “opiniones partidistas y sin ningún rigor argumental”.
¿Por qué se enfada el consejero? Pues porque la UPNA comprueba que la Estrategia de Inclusión Social, elaborada desde el Departamento de Políticas Sociales, por muy consensuada que esté, está vacía de contenido. Verá usted, esto solo se puede decir con datos en la mano. Y lo que se prueba es que esa estrategia no ha logrado reducir la desigualdad y la pobreza en nuestra sociedad, sino que ha aumentado su polarización. Porque las “estrategias de austeridad” han afectado de forma significativa al gasto social. Y eso ha influido en esta dinámica exclusógena desde 2011. Se prueba también que el gobierno, del que usted forma parte, sigue pautas muy divergentes respecto a las recomendaciones de la Unión Europea en materia de inclusión y lucha contra la pobreza. Y esto, junto a otros datos vergonzantes, hace dudar a los autores del informe sobre el compromiso político de su gobierno respecto a “mejorar el bienestar de las personas más vulnerables”, según sus propias palabras. Otra cosa es que esto joda oírlo en puertas de elecciones.
Alguien dijo una vez que la pobreza crea suaves bahías, y en ellas se remojan la conciencia los políticos de mesa redonda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El circo de Lodosa

Hay muertos que no buscan a sus asesinos. Ni siquiera se buscan a sí mismos. Solo quieren saber si queda alguien que les eche en falta. Porque hay muertos que no son de nadie. Son los más amargos. Porque siguen sin morir del todo. Ocurrió en Lodosa. En La Plazuela. Eran la seis de la tarde del 18 de julio de 1936. La plaza olía a circo. Pero también a sangre y a moscas. Algunos ya sabían que el futuro se acababa allí. A esa hora. Otros prefirieron buscar dónde matar el calor de una tarde sangrienta. Y allí estaba el circo para sonreírle a un verano bastardo: el Circo Anastasini. Un circo procedente de Ceuta regentado por un italiano, Aristide Anastasini. En el circo había un elefante viejo y caballos y payasos,   y una niña amazona llamada Joana que cabalgaba un corcel blanco que giraba alrededor de un destino negro. Y había moros y negros y malabaristas de Madrid y payasos italianos y magos y funambulistas franceses del protectorado español de Marruecos. Cincuenta enamorados de

Mario Gaviria, de trago largo y coito corto

Mario en 1998 un café de Madrid, con 60 años. Foto: Miguel Gener Quizás, para mucha gente, Mario Gaviria, fue un desconocido. Ese ribero de Cortes, sociólogo para mas señas y arquero del primer ecologismo navarro, falleció el pasado sábado a punto de llegar a los 80. Él cumplió con aquello de no ser profeta en su tierra. Quizás no supo tomar las precauciones necesarias para ser un mal comprendido. Y es que mientras el viejo régimen de UPN gobernó esta Comunidad, este alumno de Henry Lefevre, antiguo consultor de las Naciones Unidas en África, autor de 40 libros y Premio Nacional de Medio Ambiente en 2005, fue sistemáticamente invisibilizado. Quizás por eso miró a Zaragoza, donde trabajó intensamente en proyectos urbanísticos y medioambientales como la traída del agua del Pirineo para abastecer la ciudad o el diseño del barrio de viviendas sociales y ecológicas del Parque Goya. Mientras tanto,   aquí se le negaba el reconocimiento que él nunca buscó. Hasta que en 2006, el Colegio d

Miquel Marti i Pol

Hace 15 años escribí este artículo en Noticias de Navarra. Hoy hace 15 años de la muerte de este inmenso poeta catalán.  Mientras algunos políticos analfabetos se enriquecen por el morro, mueren los poetas. A uno el cuerpo le pide mandarle a ese tal Galipienzo uno de los poemas de Miquel Martí i Pol, el poeta-obrero catalán muerto el martes pasado. Pero hay algunos hombres tan necios que si una sola idea surgiese de su cerebro, ésta se suicidaría abatida por   su dramática   soledad. Por eso prefiero seguir leyendo a este inmenso poeta que se ha ido en busca de un mundo donde reconstruir sus utopías. Miquel Martí i Pol fue una de las voces emblemáticas de la poesía catalana y un referente imprescindible de la identidad catalana.   Un escritor de enorme carga emocional, un hombre que construía versos con los que se jugaba la vida en cada instante. Un obrero de toda la vida que empezó a trabajar a los catorce años en una fábrica de Roda de Ter pero que t