Ir al contenido principal

Castigar a los pobres


En el documental de Raymond Depardon, Délits flagants, se muestra la confrontación de un juez parisino con un anciano magrebí, humilde y analfabeto, arrestado por el simple hecho de apostar a las cartas. Se lleva castigar a los pobres. Por ser lo que son, habitantes de los márgenes. Oigo a diario historias de vida reñidas con la vida, el gozo, el placer y el sosiego de una existencia digna. Oigo rugir las entrañas de no pocas personas. Los torbellinos de biografías que cabalgan sobre caballos desbocados por el miedo, la pobreza y la miseria. Escucho relatos que surgen del hielo, de desiertos insociables, donde avivan soledades, angustias y ásperas miserias. De gente corroída por la soledad extrema del calvario. Y de gente que ya no sabe dónde está, porque se perdieron en la última frontera. Con lo que oigo se podría componer una novela de caballerías cuyos héroes se inmolan a lo bonzo cada día. Actores de un thriller sin títulos de crédito, villanos de una existencia de aflicciones insondables. De tanto verlos deambular, su sombra lacónica les ha vuelto invisibles, extraños y, para muchos, peligrosos. Son el excedente social sobrante. Esos a quienes los políticos, hijos bastardos de la farsa y la ficción, tratan con desprecio, escupen sobre ellos, cautivos de un nuevo contrato social que los castiga a demostrar porqué son lo que son y pedir perdón por ello. En este festín de hienas, se lleva castigar a los pobres y premiar a los corruptos. Sin pudor. Exigir honestidad mientras se mete la mano en caja ajena. Y es que a ciertos generales de la cosa pública les pone criminalizar a los vencidos por la vida, chivos expiatorios de un nuevo orden policial y puritano.
http://www.noticiasdenavarra.com/2014/09/29/opinion/columnistas/a-pie-de-obra/castigar-a-los-pobres

Horas después de publicada esta columna, Cáritas denunciaba que la política del Gobierno está colapsando a las familias del reino de España
http://www.eldiario.es/sociedad/Caritas-pobreza-vez-intensa-cronica_0_308319389.html


Comentarios

Entradas populares de este blog

El circo de Lodosa

Hay muertos que no buscan a sus asesinos. Ni siquiera se buscan a sí mismos. Solo quieren saber si queda alguien que les eche en falta. Porque hay muertos que no son de nadie. Son los más amargos. Porque siguen sin morir del todo. Ocurrió en Lodosa. En La Plazuela. Eran la seis de la tarde del 18 de julio de 1936. La plaza olía a circo. Pero también a sangre y a moscas. Algunos ya sabían que el futuro se acababa allí. A esa hora. Otros prefirieron buscar dónde matar el calor de una tarde sangrienta. Y allí estaba el circo para sonreírle a un verano bastardo: el Circo Anastasini. Un circo procedente de Ceuta regentado por un italiano, Aristide Anastasini. En el circo había un elefante viejo y caballos y payasos,   y una niña amazona llamada Joana que cabalgaba un corcel blanco que giraba alrededor de un destino negro. Y había moros y negros y malabaristas de Madrid y payasos italianos y magos y funambulistas franceses del protectorado español de Marruecos. Cincuenta enamorados de

Mario Gaviria, de trago largo y coito corto

Mario en 1998 un café de Madrid, con 60 años. Foto: Miguel Gener Quizás, para mucha gente, Mario Gaviria, fue un desconocido. Ese ribero de Cortes, sociólogo para mas señas y arquero del primer ecologismo navarro, falleció el pasado sábado a punto de llegar a los 80. Él cumplió con aquello de no ser profeta en su tierra. Quizás no supo tomar las precauciones necesarias para ser un mal comprendido. Y es que mientras el viejo régimen de UPN gobernó esta Comunidad, este alumno de Henry Lefevre, antiguo consultor de las Naciones Unidas en África, autor de 40 libros y Premio Nacional de Medio Ambiente en 2005, fue sistemáticamente invisibilizado. Quizás por eso miró a Zaragoza, donde trabajó intensamente en proyectos urbanísticos y medioambientales como la traída del agua del Pirineo para abastecer la ciudad o el diseño del barrio de viviendas sociales y ecológicas del Parque Goya. Mientras tanto,   aquí se le negaba el reconocimiento que él nunca buscó. Hasta que en 2006, el Colegio d

Miquel Marti i Pol

Hace 15 años escribí este artículo en Noticias de Navarra. Hoy hace 15 años de la muerte de este inmenso poeta catalán.  Mientras algunos políticos analfabetos se enriquecen por el morro, mueren los poetas. A uno el cuerpo le pide mandarle a ese tal Galipienzo uno de los poemas de Miquel Martí i Pol, el poeta-obrero catalán muerto el martes pasado. Pero hay algunos hombres tan necios que si una sola idea surgiese de su cerebro, ésta se suicidaría abatida por   su dramática   soledad. Por eso prefiero seguir leyendo a este inmenso poeta que se ha ido en busca de un mundo donde reconstruir sus utopías. Miquel Martí i Pol fue una de las voces emblemáticas de la poesía catalana y un referente imprescindible de la identidad catalana.   Un escritor de enorme carga emocional, un hombre que construía versos con los que se jugaba la vida en cada instante. Un obrero de toda la vida que empezó a trabajar a los catorce años en una fábrica de Roda de Ter pero que t