Abrí el correo justo en el momento en que el Borbón pedía la baja voluntaria de la empresa en la que un día, un golpista con millones de muertos en nómina, le había nombrado director gerente por obra y gracia de su bastarda voluntad. El remitente, la Fundación Institucional Española, me pedía que participase en el concurso infantil que lleva por título: ¿Qué es un Rey para ti?. Pensé que sería una broma pues yo había dejado años atrás la Primaria, esa edad en la que la inocencia te impide distinguir un rey de un lacayo. Pero como insistieran y viera que el Borbón se despedía sin gracia alguna y sin sonrojarse por haber ocupado un cargo que nadie había refrendado, me atreví a mandarle el siguiente mensaje.
Un rey para mi es alguien que lejos de inaugurar democracias, sancionó transiciones incompletas tras deslegitimar un autogolpe militar. Alguien que, creyéndose inviolable, vive de las rentas de sus súbditos a los cuales desconoce como ciudadanos. Alguien que cree que su ADN tiene más peso específico que el cristal de las urnas. Que apela a la historia, pero ignora el presente. Que vive de prestado y en estado aforado de gracia mientras otros padecen la desgracia de un tiempo bastardo ajeno a su agenda. Alguien que proclama que su Corona está por encima de mi carnet de ciudadano. Que se aferra al viejo amuleto familiar para no hablar de cosas tristes, como cuando Margaret Sullivan le dice a Robert Taylor en Tres Camaradas “Esto es el filo de la eternidad. Quedémonos aquí para siempre”. En ese momento, el Rey me llamó: solo espero, dijo, que de esta carnicería, la Corona, no solo salga indemne, sino fortalecida. Tercera República contestó el contestador.
http://www.noticiasdenavarra.com/2014/06/09/opinion/columnistas/a-pie-de-obra/que-es-un-rey-para-ti
http://www.noticiasdenavarra.com/2014/06/09/opinion/columnistas/a-pie-de-obra/que-es-un-rey-para-ti
Comentarios
Publicar un comentario