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Sixto Rodríguez, sublime




De parte de Sixto Rodríguez, el poeta agazapado en la retaguardia de la fama, el que hizo posible, Searching for Sugar Man. Sublime. Para agarrarte fuerte, para sentir de cerca la enorme belleza de una gran canción construida a golpe de pena y olvido. 

Porque

Porque perdí mi empleo
 dos semanas antes de Navidad,
y me fui a hablar con Jesús en la cloaca,
Y el Papa dijo 
que no era ninguno de sus condenados asuntos,
mientras la lluvia bebía champán.
Mi Arcángel Estoniano vino 
y me encontró devastado,
porque siempre el beso más dulce que he recibido
 es aquel que nunca he probado.
Oh, pero ellos van a tomar
 su pago por adelantado en Molly McDonald,
damas de neón, la belleza es la que obedece,
sea pagada o prestada.
Porque mi corazón se ha convertido 
en un desvencijado hotel lleno de rumores.
Pero soy yo quien paga la renta 
de esos que con el dedo en la boca exigen silencio,
y yo hago 16 sólidas amistades de media hora,
cada noche.
Porque tu reina de corazones 
la que es la mitad de piedra,
y le gusta reírse a solas,
siempre está amagando con dejarte.
Oh, pero ellos juegan
 esos juegos de fichas en Willy Thompson.
Y conceden una medalla para remplazar 
al hijo de la señora Annie Johnson.
Porque ellos me dijeron 
que todo el mundo debía pagar sus deudas.
Y les expliqué que yo las había pagado con creces,
así que, endeudado, fui a la oficina del banco,
y el empleado me dijo
 que habían sido recién invadidos,
de modo que me embarqué en una lágrima 
y escapé por debajo del umbral de la puerta.
Porque el aroma de su perfume,
todavía resuena en mi cabeza.
Porque veo a mi gente tratando de ahogar el sol
en fines de semana de amargos tragos de whisky.
Porque ¿Cuántas veces puedes levantarte
 en esta historieta y plantar flores?



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